Aforismos Livianos

Aforismo y nimiedades para sordos I
A la crema de la intelectualidad
UNO: ¿Quieres algo? Paga su precio y llévatelo.
DOS: El precio de la independencia es la soledad; el precio de la libertad, la vida.
TRES: Alguien lo dijo: Desdichada la época en que los seres corrientes tienen que comportarse como héroes.
CUATRO: Premisa actual: ¡Si hay más libertad que nunca…! Coges el coche y te plantas donde te da la gana.
CINCO: El coche es una máquina mortal que, de vez en cuando, nos perdona la vida.
SEIS: ¡Qué alivio! Como mucho, nos quedarán cuarenta años…
SIETE: ¡No tiene tanta importancia!
OCHO: Balzac: Para triunfar en Literatura, sólo existen dos caminos: la corrupción y el genio.
NUEVE: Definición de mujer: Un culo, un par de tetas y mirada que denota inteligencia.
DIEZ: Definición de hombre: Queda pendiente.
ONCE: Para escribir la mejor página es preciso derrotarse.
DOCE: Político y chisgarabís no son lo mismo. ¡Si lo sabré yo, que estoy convencido de lo contrario!
TRECE: ¡Otro día que pasó!
CATORCE: No hay peor sordo que el que se perfora el tímpano, ni peor ciego que quien se vacía los alvéolos.
QUINCE: Cortés no quemó las naves: El humo habría avisado al enemigo.

Aforismo y nimiedades para sordos II
A la crema de la intelectualidad
DIECISÉIS: Estuvo sembrado el Galileo: “Por sus frutos los conoceréis”.
DIECISIETE: Normalmente nos salvamos por un pelo.
DIECIOCHO: En la vida todo el mundo consigue lo que quiere. Lo malo es que sólo se sabe lo que se quiere al obtenerlo.
DIECINUEVE: Es imprescindible comprar el lote entero.
VEINTE: Las llaves se encuentran siempre en el fondo del océano.
VEINTIUNO: ¡Tornadizas nubes, que jamás se están quietas!
VEINTIDÓS: Se han hecho experimentos: El silencio absoluto enloquece.
VEINTITRÉS: Cela, en su discurso del Cervantes: “Nunca se llega tarde a ningún sitio”.
VEINTICUATRO: El Arte y el buen gusto están reñidos.
VEINTICINCO: De una canción de hace años: ¡Ruido, ruido, ruido, ruido, ruido…!
VEINTISÉIS: Exabrupto: ¡Se les tendría que caer la cara de vergüenza!
VEINTISIETE: También se ha dicho: Para un escritor, los únicos derechos que existen son los derechos de autor.
VEINTIOCHO: El tonto del pueblo no tiene monumento.
VEINTINUEVE: Cuenta el escritor Erskine Caldwell que, durante un invierno, las ratas abandonaron su casa por el frío para refugiarse en la cálida y acogedora del vecino. Éste le retiró el saludo.
TREINTA: “La conjura de los necios”: El mejor título que se le puede ocurrir a un escritor.

Pensamientos triviales para mudos I
A la falacia
UNO: La mujer va siempre desnuda. El hombre, en cambio, viste de uniforme.
DOS: Nadie sabe para qué sirve el dolor. Pero hay sospechas y la investigación está muy avanzada.
TRES: Lo cuenta Stanislaw Lem en una de sus fábulas. Fabricaron una máquina a la que incorporaron el total de experiencias y sensaciones humanas: el amor, la amistad… hasta el susurro de la brisa en las copas de los árboles. Y lo encerraron todo en un baúl. El artilugio, reflexionando, llegó a la conclusión de que no era otra cosa que un baúl. En su mundo virtual pasó por loco y lo encerraron.
CUATRO: ¡Ha de haber alguna trampa!
CINCO: Por qué los números siguen un orden correlativo es algo que no convence en absoluto.
SEIS: Tiene su sede en Londres una llamada “Sociedad de la Tierra Plana”, que aboga en contra de la esfericidad del planeta. Sería interesante conocer sus argumentos.
SIETE: Las cosas totalmente inadmisibles son las que primero se terminan aceptando.
OCHO: El viejo chiste: Es mejor dar que recibir… en el boxeo.
NUEVE: A cierta edad, algunos hombres se convierten en imbéciles. Y es que previamente lo habían ensayado.
DIEZ: Jamás hay que perder la compostura. Ni siquiera cuando nos hacemos cargo de la cuenta en un restaurante y descubrimos que hemos olvidado la cartera.
ONCE: Misteriosa es la señal de Caín que algunos llevan en la frente.
DOCE: Para fracasar, ningún camino tan directo como trazar un plan.

Pensamientos triviales para mudos II
A la falacia
TRECE: Sun Tzu: “El que pierde la iniciativa pierde la guerra”. Y Napoleón: “La obra política más difícil de conseguir es la confianza antes del triunfo».
CATORCE: No existe la batalla decisiva de la guerra.
QUINCE: Lo peor de la caída del comunismo es que afectó de muerte al género de espías.
DIECISÉIS: La gota horada.
DIECISIETE: No pasa nada… hasta que pasa todo.
DIECIOCHO: Fray Luis de Granada: “No quisiera ir al cielo pasando por Valladolid”.
DIECINUEVE: Los transportistas de pianos son la aristocracia de los mozos de cuerda.
VEINTE: Indudablemente se purga el karma negativo de vidas anteriores. ¡Aprender en la escuela a dividir un polinomio…!
VEINTIUNO: Se intentó estudiar la Segunda Guerra Mundial a partir de los periódicos de la época. Fue imposible entender nada.
VEINTIDÓS: En aquella Utopía pesimista, la mayoría decidía los valores.
VEINTITRÉS: El hombre noble no retrocede ante la adversidad ni permite que le desalienten los obstáculos. El hombre noble convierte los impedimentos en alimento de su espíritu. El hombre noble está hasta los cojones.

Aforismos de Valladolid
A los que tienen de qué
(Como excepción –y en homenaje a las fiestas de Valladolid-, incluyo, fuera de fecha, esta tanda de aforismos como muestra exquisita de amor/odio a la ciudad donde peno y moro.)
UNO: El vallisoletano no se aparta nunca de la acera. Son los demás quienes deben rodearle.
DOS: El vallisoletano no es engreído, es señorial.
TRES: El vallisoletano nace de pie y se muere igual.
CUATRO: La Semana Santa de Valladolid es la mejor del mundo.
CINCO: En Valladolid, vivió Cervantes. En la mayoría de los otros sitios, no.
SEIS: El Juicio Final se hará en Valladolid.
SIETE: Todos los vallisoletanos van al cielo y entran por la puerta principal. Se les agradece allí que hayan venido.
OCHO: El vallisoletano va a la escuela sin necesidad.
NUEVE: El vallisoletano viaja a otros lugares por hacerles un favor.
DIEZ: El vallisoletano puede estar en cualquier sitio, no sólo en medio de la acera.
ONCE: La decadencia de España comenzó cuando Valladolid dejó de ser la capital.
DOCE: El vallisoletano no va nunca a la piscina, ni al gimnasio. Eso lo hacen los de fuera.
TRECE: El vallisoletano jamás grita. Expresa su disconformidad con vehemencia.
CATORCE: El vallisoletano lo ha leído todo y podría perfectamente haberlo escrito.
QUINCE: El vallisoletano no levita porque eso significaría dejar la acera desocupada.

De libros, críticos, escritores
A la autoridad competente en el invento
UNO: Cuando la cigüeña vuela sobre la luna llena, se convierte en pterodáctilo.
DOS: Metáfora de escritor al uso: “Sus ojos eran azules, como sus besos”.
TRES: El Quijote, según el lector profesional: “Novela profusa, desigual y abigarrada, sumerge al lector que tenga la paciencia de terminarla en un profundo hastío. La premisa inicial de esta inverosímil fábula –la locura del protagonista motivada por la lectura y el insomnio– carece de base y está traída por los pelos. Es obvio que el autor ha intentado ser original y hasta gracioso, pero en ambos empeños fracasa con estrépito. No negamos que el libro contenga algún planteamiento afortunado; pero en seguida se desvirtúan sus efectos, cómicos o dramáticos, según el caso. Novela que promete mucho y no da nada, sentenciosa, fatua y llena de incorrecciones e inexactitudes. Desaconsejamos rotundamente su publicación…”
CUATRO: El mismo fulano, a renglón aparte: “La novela de Purita, que nos ha encandilado desde sus primeras líneas, está destinada a convertirse en un hito insoslayable en la narrativa de los últimos decenios…”
CINCO: Sainte-Beuve, sobre Balzac: “Uno de nuestros escritores más prolíficos…” La displicencia no logra ocultar la envidia.
SEIS: Sábato, sobre Sainte-Beuve: “Feo, desafortunado con las mujeres, traidor a sus mejores amigos, desprovisto de talento creativo, creyó que su destino estaba en la crítica. Pero también allí se necesita capacidad creadora, genial intuición. Resultado: desconoció a tres de los más grandes escritores de todos los tiempos: Balzac, Stendhal y Baudelaire. Y todavía se le rinden homenajes”.
SIETE: Sobre el crítico pimpolludo nacional: Huelga el comentario.
OCHO: Larra: “Vuelva usted mañana”. Este “mañana” adquiere categoría metafísica, como en una de las parábolas de Kafka. El suicida se habría entendido bien con el tuberculoso.
NUEVE: Lenta y trabajosamente, comenzamos a emerger del siglo diecinueve. Otro siglo más y lo habremos conseguido.
DIEZ: William Faulkner: “El éxito es como una mujer: hay que mostrarle el puño.” Y también: “Nada puede destruir al buen escritor. Lo único que puede alterar al buen escritor es la muerte.”
ONCE: Estribillo vallisoletano: A ése lo vamos a follar.
DOCE: Un/a librero/a vallisoletano/a: He boicoteado tu libro.
TRECE: El efecto mariposa.
CATORCE: Raymond Chandler: “Los que más saben de literatura son los que no saben escribir.” Y otra perla: “Me he impuesto tres reglas para escribir que son absolutas: Nunca aceptes consejos. Nunca enseñes ni discutas el trabajo que estás haciendo. Nunca respondas a una crítica.”
QUINCE: Leído en prensa: Dostoyevski, Dickens y Balzac son detestables. ¡Y el periódico no tuvo que declararse en quiebra!
DIECISÉIS: Dignidad es lo que los mezquinos titulan de soberbia.
DIECISIETE: Ésta que la rellene cada cual…

Reclamos al costado de la vía
Al sucesivo poste
UNO: Es peligroso el que no actúa por dinero.
DOS: La puta, su chulo, el policía y el taxista: personajes de comedia de costumbres.
TRES: Wyatt Earp, participante en el mítico duelo en el O. K. Corral, permanecía calmo en pleno tiroteo. Sus adversarios se aterraban y fallaban el disparo. Wyatt Earp llegó a edad muy avanzada.
CUATRO: Se dice que la mangosta ve a cámara lenta. De donde su superioridad sobre la cobra.
CINCO: Los milagros son algo corriente. Pero estamos ocupados contando los billetes.
SEIS: El juramento del cargo: cumplir y hacer cumplir la ley. Lo que ocurre es que también tienen derecho a su descanso.
SIETE: De repente estás… y de repente se lo pasan recordando tus virtudes.
OCHO: Nunca se consigue nada. Pero hay que conseguir esa “nada”.
NUEVE: La mujer está siempre en el lugar equivocado. El hombre sencillamente estorba.
DIEZ: Stendhal: “Todos los malos pintores que conozco han sido niños prodigio”.
ONCE: Eso de que hay que dar la razón al que la tiene no deja de ser una condescendencia inaceptable.

Rosario profano
A las cuentas
UNO: No se puede hacer tortilla sin romper huevos. Procura que no sean los tuyos.
DOS: La Noche Triste.
TRES: El que no hace la voluntad de Dios termina por hacer la de los hombres.
CUATRO: Argumento de cualquier novela: Alguien, tácita o explícitamente, pretende algo. Después de algunas peripecias, lo consigue o no.
CINCO: A ella le irritaba que aquel hombre la desnudara con la vista. Y le pidió que lo hiciera con las manos.
SEIS: Cuando los nubarrones se acumulan en el horizonte y todo parece haberse hecho en vano; cuando amigos y enemigos le dan a uno la espalda y el futuro se presenta vacío y sin alicientes; cuando el camino recorrido aparece como un cúmulo de errores y torpezas… ha llegado el momento de bajarse al bar a tomar una cerveza.
SIETE: Ten cuidado con lo que hagas en el futuro, porque habrá de repercutir en tu presente.
OCHO: La más alta y encumbrada poesía: “Al principio creó Dios los cielos y la tierra”.
NUEVE: La cabra tira al monte… y el cabrón a la espesura.
DIEZ: Estilo y estilismo: antónimos.
ONCE: Cada cual tiene su destino, nítido, impecable. Pero te puedes ir por otro lado.

Grafitis aparecidos sobre el muro
Al spray
UNO: Hay quien estornuda y rompe con la frente una baldosa.
DOS: Anthony Mann: “¿Por qué el western norteamericano tiene tanto éxito en todo el mundo? Porque un hombre dice ‘voy a hacer algo’, y lo hace”.
TRES: La capacidad de tomar decisiones es un don tremendamente escaso. ¡Ese miedo a equivocarse o hacer el ridículo!
CUATRO: La piedra que rueda va perdiendo las aristas… y acaba sirviéndole magníficamente al hondero.
CINCO: Nunca te minusvalores: el trabajo sucio que lo hagan los demás.
SEIS: La estupidez gana por asedio.
SIETE: Libertad, igualdad, fraternidad. Y su emblema, la guillotina.
OCHO: Si quieres que algo se haga, hazlo tú.
NUEVE: La verdad está donde se encuentra.
DIEZ: El pueblo español es sentimental, compasivo y entrañable. Se conoce que todavía no le han zurrado lo bastante.
ONCE: La mujer casada piensa que podría haber hecho mejor boda.
DOCE: La novela es un género impuro y de frontera. Por eso es tan mala cuando la cultivan exquisitos.
TRECE: Los hombres se dividen en dos clases: los hombres de acción y quienes se ganan el sustento en una ventanilla.
CATORCE: Todos los gatos son chinos.
QUINCE: Cada época se siente superior a las anteriores, riéndose de su pueril ingenuidad y sus prejuicios. La nuestra, por supuesto, es excepción.
DIECISÉIS: El hombre se suele quedar muy por debajo de sus expectativas. Su mujer, encima, va y lo cuenta en el mercado.

Pinceladas sobre el lienzo en blanco
Al pincel de punta fina
UNO: La opinión actual es como la plastilina en manos de los niños: una sucia pasta de la que han desaparecido los colores.
DOS: El hombre nunca deja de ser niño. Y la mujer lo sabe.
TRES: Con la verdad se puede ir a todas partes. ¡Pero menuda caminata!
CUATRO: El niño es el padre del hombre. El hombre es el abuelo del niño. Con lo que el niño pasa a ser el biznieto de sí mismo.
CINCO: El derecho a ser imbécil es una conquista fundamental de nuestro tiempo.
SEIS: Un test: enumerar cuestiones que nos distancien del presente. La longitud de la lista será directamente proporcional al buen sentido.
SIETE: ¡Ya no se puede ver películas! Todas las blancas nos parecen iguales.
OCHO: ¿Dónde se meterá la gente cuando no la encontramos?
NUEVE: En ocasiones vemos el mundo borroso y enigmático: nos hemos olvidado de ponernos las gafas.
DIEZ: Afrodismo: aforismo que excita sexualmente.
ONCE: Lo de la bicicleta no termina de creerse. ¡Un vehículo sobre dos ruedas! Tan inviable como un taburete de dos patas.
DOCE: América no fue un descubrimiento. Se inventó.
TRECE: ¡Demasiado crudo para ponerlo por escrito!
CATORCE: Congreso de Escritores. ¡Excelente oportunidad para pillarlos todos juntos!

Inspiraciones catecúmenas
A la espinosa realidad
UNO: El juez encontró atenuantes en aquel terrible asesinato: la víctima le había contado a su verdugo el veraneo.
DOS: La felicidad es contagiosa. Por eso, se aísla cualquier brote.
TRES: Importante aviso en las ventanillas de los trenes: “Es peligroso asomarse al exterior”.
CUATRO: Sólo son ciertas las calumnias.
CINCO: Su vida se basaba en un trágico error. Pero ignoraba cuál.
SEIS: El hombre no puede perdonar a la mujer.
SIETE: El mal escritor: “Se había retrotraído a un pasado idealizado e imposible”. Hay que decir: “Fulano se acordaba de su madre”.
OCHO: De un western: “Ya te he enseñado a disparar. Ahora tienes que conocer a las personas. Y esto te llevará el resto de tu vida”.
NUEVE: No confundir carácter con mal genio.
DIEZ: Yavé al profeta Jeremías: “No tiembles ante ellos, no sea que yo te haga temblar ante ellos”.
ONCE: La oportunidad siempre pasa, pero nunca de la misma forma.
DOCE: El tribunal que juzgaba por antisovietismo a Joseph Brodsky le preguntó su profesión. Ante la respuesta de que era poeta y traductor, se sonrieron: eso no constituía trabajo de ninguna clase.
TRECE: Oído a un camarero: “No hay mujer tonta».

Perdigonazos en la salva parte
A la carrera
UNO: Lo cuenta Chesterton. En su lecho de muerte, se confesaba un bandolero. Recibida la absolución, le dice al padre: “No puedo pagarle, pero le daré un consejo que le servirá de por vida: El pulgar, en la hoja; y herir hacia arriba”.
DOS: A ver por qué razón el “Martín Fierro” no ocupa el lugar excelso que merece.
TRES: Dos son multitud… y con tendencia al alza.
CUATRO: Dicen que los escritores acaban trastornados. La verdadera locura es comenzar.
CINCO: Es como lo del huevo o la gallina: Nunca se sabrá si la presencia de la Policía origina los atascos o al revés.
SEIS: Cuando un locutor afirma que “se podía haber producido una tragedia de incalculables dimensiones”, se adivina el deseo inconsciente de que así hubiera sido.
SIETE: Jesucristo se expresaba en parábolas. ¡Pero de ningún modo puede considerarse un precedente de la actual literatura!
OCHO: La verdadera transgresión fue la invención de la escritura.
NUEVE: ¿Cuál es la costa sur del continente antártico?
DIEZ: Hay que distinguir entre “idea” y “ocurrencia”. Las ocurrencias suelen ser inocuas y muchas veces tienen hasta gracia.
ONCE: Cuando relativizamos los hechos, sintiéndonos en paz con nosotros mismos y con el mundo… hay que devolver a su sitio la botella de whisky.
DOCE: “Átomo” significa “indivisible”. Y ya ves tú.

Templando gaitas
Al fuelle
UNO: Escribir “mal” o “incorrectamente”. La lengua –cualquier lengua– es catálogo de arbitrariedades expresivas. Pero no todas las arbitrariedades sirven. Hay que seguir la ley misteriosa de la lengua, para la que el pueblo tiene excepcional oído. Roza la genialidad –es un ejemplo– denominar “fandango de Huelva” al “fandango de Huelva”.
DOS: Detrás del explorador o pionero, inevitablemente, vendrá el turista.
TRES: Del Eclesiastés: “De la muchedumbre de las palabras nacen los despropósitos”.
CUATRO: Del western: “Todo predicador ha sido antes otra cosa”.
CINCO: De la vida: “¡Lo tuyo se arregla con una buena paliza!”
SEIS: ¿Información? La mejor manera de no enterarse de nada.
SIETE: Microcuento: “La desesperación se pintaba en su semblante. En pocos días, había envejecido varios años. Profundas arrugas surcaban su rostro, hasta ayer joven, y lívidas ojeras daban a su mirada un acusado sello de melancolía y soledad. Su cabello encaneciera, y él caminaba por las calles torpemente y farfullando una letanía incomprensible. Aquél hombre tenía albañiles en su casa”.
OCHO: Es difícil saber dónde está la realidad.
NUEVE: Un autor no puede caer bajo ningún concepto en manos de sus lectores.
DIEZ: ¡Ojo con la victoria! Es mucho más fácil administrar una derrota.
ONCE: La palabra “cursi” es cursi.

Afinando el instrumento
Al croar de la rana
UNO: Casi todo lo que vemos y oímos es mentira. Pero se debe admirar la formidable propaganda.
DOS: Lorenzo Goñi: “La importancia de la suerte resulta escalofriante. El concepto de la justicia es una idea completamente humana que no existe fuera de lo humano, y que no existe en el cosmos. Talento, trabajo, belleza no son nada ante la suerte que es la que determina”.
TRES: Confucio: “La suerte no existe, todo depende de la voluntad del cielo”.
CUATRO: Balzac, en “Ilusiones perdidas”: “Un gran escritor es un mártir que no llegará a morir”. Y sobre el periodismo: “Un periódico ya no está hecho para ilustrar, sino para halagar las opiniones… Dentro de algún tiempo, todos los periódicos serán ruines, hipócritas, infames, mentirosos, asesinos; matarán las ideas, los sistemas y los hombres, y perecerán por ese mismo motivo”.
CINCO: Stevenson, en “David Balfour”: “Hay dos cosas de las cuales no deben cansarse los hombres: la humildad y la bondad”.
SEIS: Los demás países envidian nuestra “leyenda negra”. ¡Y mira que han hecho méritos por conseguirla!
SIETE: Políticos, médicos, abogados, escritores… ¿Se puede dudar de que la vida está llena de tribulaciones?
OCHO: El hombre feliz no tenía camisa. Alguien se la quiso regalar.
NUEVE: Sun Tzu: “En la guerra, a lo primero a lo que debemos adaptarnos es al enemigo».
DIEZ: Hay que proceder con orden, pero saberse manejar en el desorden.

Vista al frente
A la resaca
UNO: Cuando te mueres, las exhortaciones son inútiles: será lo que hayas predicado con tu ejemplo. Las coartadas corren igual suerte. En el mejor de los casos, si fueron inocentes, morirán contigo; en el peor, delatarán tu incuria, acaso tu protervia y las veces que pisoteaste al prójimo para medrar. Por ello, muchos buenos aparecen malos y viceversa. De donde que, tarde o temprano, los postizos caen, resultando tu rostro verdadero.
DOS: El español, por el mero hecho de serlo, se considera que ha leído el Quijote por lo menos una vez.
TRES: El español ha dejado de llamarse Moncho.
CUATRO: La mujer española ha cambiado muchísimo. Pero sigue haciendo lo que le da la gana.
CINCO: Libro de cabecera es el que da vergüenza no haber leído… y no se tiene ningún propósito de hacerlo.
SEIS: Lo de las “avecillas del campo” es verdad contrastada. Pero entiéndase: todo lo contrario de improvisación y locura.
SIETE: Tras el primer párrafo de “Cien años de soledad”, García Márquez no supo ya cómo seguir. ¡Y luego dicen que el pescado es caro!
OCHO: La “vida literaria” es disciplina, esfuerzo, sacrificio, soledad… No se comprende que haya tantos aspirantes al martirio.
NUEVE: El hombre y la mujer no son iguales. En todo caso, equivalentes. Se ruega consultar el Diccionario.

Nubes de colores
Al cierzo
UNO: Los hombres las prefieren tontas. No tardan en descubrir que no lo son.
DOS: Afirmar que algo es imposible significa que se conseguirá pronto.
TRES: Para el dolor de cabeza, lo mejor es un martillazo en el dedo.
CUATRO: Contemplando la vastedad del cosmos, Fulano se sentía insignificante. En su caso era cierto.
CINCO: Se puede escribir por encargo. Jamás se debe escribir bajo consigna.
SEIS: La bondad y la maldad se encubren siempre.
SIETE: Dos errores muy comunes sobre Cela: 1) Sólo la primera parte de su obra es válida; 2) De genio verbal, carecía de imaginación tabuladora.
OCHO: No hay que llorar antes de tiempo.
NUEVE: Heráclito: “Todo pasa, nada permanece”.
DIEZ: La profecía: “Vas perdiendo la batalla, y tus tropas, incluidos algunos oficiales, desertan de tu campo. No sabes ya en quién confiar. Se mueven a tu espalda las cortinas y cuando te giras sólo hay aire. Los corredores del palacio están vacíos, y un crepúsculo de nubes cenicientas se introduce por los ventanales por donde antes te asomabas a recibir las ovaciones. No puedes ya rectificar. Tampoco quieres. Obtuviste al fin lo que buscabas”.

Fruslerías al desgaire
Al arco iris
UNO: La hoja al viento carece de rumbo, se subordina al azar y acaba bajo el cepillo del limpiador municipal. Algunos ven en ello paradigma.
DOS: En los ríos hay zonas estancadas arrimadas a la orilla. Allí se crían ranas, que aportan de noche su particular algarabía que imitan los periódicos.
TRES: El artista es aberración de la naturaleza que ésta intenta, sanamente, destruir.
CUATRO: Las cuatro clases de locura: la individual, la “folie à deux”, la familiar y la que involucra a un pueblo entero.
CINCO: La transferencia: es el otro el que tú eres.
SEIS: Los griegos lo tenían muy claro: pasaba la Discordia, e inoculaba la enemistad entre los hombres.
SIETE: El ojo nunca se cansa de contemplar tres cosas: el océano, las nubes y los gatos. Hay quien dice que la mujer sería una cuarta. Los filósofos no se ponen de acuerdo.
OCHO: El Paraíso. El conservadurismo lo sitúa en el pasado; el progresismo, en el futuro.
NUEVE: El hombre prehistórico –se dice– no relacionaba la paternidad con el coito. ¿Y si fuéramos nosotros los equivocados?
DIEZ: Algo querrá significar lo que sucede.
ONCE: El conocimiento esencial no se acumula con las edades. Es fama que en ocasiones experimenta retroceso.
DOCE: La seguridad va pareja a la ignorancia.
TRECE: Dictadura es la forzada homogeneización de lo dispar. Pues entonces.

Consejos a la monarquía que se dispensan gratis
Al oído absoluto
UNO: Nadie debe mediatizar su actuación. Ni siquiera el Grupo Prisa.
DOS: Ser ejemplar. Y parecerlo.
TRES: Bajo ningún concepto dejar tirado el trono en medio de la calle.
CUATRO: No hacer política.
CINCO: No ser parcial. Ni siquiera con el Grupo Prisa.
SEIS: El pueblo es el sustento natural del rey. No los notables.
SIETE: El pueblo tiene derecho a criticar la monarquía. El poderoso no, porque quiere alevosamente conseguir una ventaja.
OCHO: España es una gran nación. No dos.
NUEVE: Los símbolos de la monarquía son importantes, ya no para la monarquía: para el pueblo.
DIEZ: Ninguna opinión debe prevalecer a priori en el ánimo del rey. Ni siquiera la opinión del Grupo Prisa.
ONCE: El rey tiene derecho a mandarnos a todos a la mierda. Pero no debe ejercer este derecho.

Frases de políticos que han quedado antiguas
A la que en otro tiempo se llamaba Patria
UNA: No me voy a poner de perfil.
DOS: Si hace falta, daré un paso al frente.
TRES: Estoy a disposición de mi partido.
CUATRO: Tengo plena confianza en la justicia.
CINCO: Pienso demostrar mi inocencia.
SEIS: Pongo la mano en el fuego por Fulano.
SIETE: El futuro de este país está en juego.
OCHO: Tengo voluntad de servicio.
NUEVE. No he hecho nada indebido.
DIEZ: Me quita el sueño el paro.
ONCE: Existe algo llamado ‘presunción de inocencia’.
DOCE: Tenemos que confiar en nuestros representantes.
TRECE: La solución a los problemas es el diálogo.
CATORCE: La ley es igual para todos.
QUINCE: Este país se merece lo mejor.
DIECISÉIS: Tengo la conciencia muy tranquila.
DIECISIETE: A los ciudadanos les interesan sus problemas, no nuestras disputas.
DIECIOCHO: La inmensa mayoría de políticos son honrados.
DIECINUEVE: No vamos a mirar para otro lado.

Cosas que no se deben intentar a ningún precio
A la señal de tráfico
UNA: Tirarte metido en un barril por las cataratas del Niágara (esto reza para las restantes cataratas).
DOS: Paracaidismo o parapente, a no ser que tengas experiencia (que tampoco).
TRES: Apuntarte para un viaje sin retorno a Marte (pueden existir atenuantes, incluso eximentes, en tu situación personal o familiar).
CUATRO: Leer El País (si es con expresión sesuda, todavía peor).
CINCO: Ni cojera de perro, ni llanto de mujer, ni promesa de político (te lo estamos advirtiendo muy clarito).
SEIS: Ser el único que no bebe en una cena (para eso, mejor no haber venido).
SIETE: Ser el único que bebe en una cena (tonto eres tú de haber venido).
OCHO: Acariciar un tigre a través de los barrotes (que si te vas apañando con la prótesis).
NUEVE: Acariciar el mismo tigre sin barrotes por el medio (siempre te recordaremos).
DIEZ: Opinar abiertamente sobre mujeres (tú estás loco).
ONCE: Opinar favorablemente sobre hombres (no te has enterado todavía).
DOCE: Estar de vuelta de todo (a no ser que seas el chico de los recados).
TRECE: Confiar en la Humanidad (son muchos, oye).
CATORCE: Existir (de ahí viene todo).

Patrañas y excrecencias
Al frescor de la noche
UNO: El porvenir no existe. Da gusto comprobar que teníamos razón.
DOS: ¿Insobornable? Para mayor exactitud, insobornado.
TRES: La mujer es superior al hombre: no entiende de literatura ni falta que le hace.
CUATRO: El escritor debe prestar atención a un par de cosas: la voz de los muertos y el susurro de la vida. Esto no deja espacio para la propaganda… a no ser como uno de los ingredientes de la vida.
CINCO: El tonto ilustrado es peor que el tonto a secas. El primero apoya en la erudición su tontería.
SEIS: A los historiadores no hay que pedirles objetividad, rigor, exactitud, sino que lo cuenten bien y ameno.
SIETE: Aquel ciclista respetaba los semáforos.
OCHO: La libertad no es un estado: es una decisión.
NUEVE: La realeza es como el oro: un valor pactado.
DIEZ: ¡Lo que habría escrito Borges de tener talento!
ONCE: El hombre inmodesto: “Las personas extraordinarias no existimos”.
DOCE: ¡Trompetería, hosannas, vibrantes añafiles! El cielo estalló en gritos de júbilo. Aquel señor entendía de literatura.
TRECE: La psicofísica: vuelve el mundo a ser maravilloso. Creímos no poder contarlo.

Copia y pega I
A Guninildo
UNO: Si deseas algo con la suficiente intensidad, es muy posible que lo logres, pero también puede que no.
DOS: El telesilla es un medio lento de transporte, pero te lleva.
TRES: Se le llama ‘desierto’ porque no va nadie.
CUATRO: Si miras durante al menos seis minutos un punto rojo sobre fondo blanco, acabas por sentirte un poco tonto y puede también que te marees.
CINCO: Estás en tu perfecto derecho de llamarte Guninildo.
SEIS: La tarea más fácil del mundo se hace imposible si… (está borroso).
SIETE: La mariquita macho odia que la llamen ‘mariquita’.
OCHO: Si te caes y te rompes la nariz contra el bordillo, eso es un hecho.
NUEVE: Puedes visitar la localidad guipuzcoana de Zumárraga, o no. De ti depende.
DIEZ: El hombre de verdad tiene que cavar una zanja al menos una vez en la vida.
ONCE: Tener un tío karateka con el que no guardas ninguna relación, ya me dirás de qué te sirve.
DOCE: Sumando lo que piensas a lo que no has pensado, ahí está todo.
TRECE: Si rodeas la manzana de tu casa contando los pasos que das hasta regresar al punto de partida, y teniendo mucho cuidado de no pisar la juntura entre baldosas, habrás hecho algo que no sirve para nada.
CATORCE: En serio, de verdad, no pasa nada si te llamas Guninildo.

Copia y pega II
A Guninildo, no
UNO: Si golpeas repetidamente un gongo de aproximadamente medio metro de diámetro a eso de las tres de la mañana, ya puedes ir pensando un buen motivo.
DOS: Entre lo que pasamos de pie, sentados y tumbados, consumimos la práctica totalidad de la existencia.
TRES: La boa tiene fama de comer mucho, pero no. Lo que pasa es que se lo traga todo de un bocado.
CUATRO: Existe un alcaloide que, como te lo pillen en aduana, te provoca unos efectos muy adversos independientemente de que lo hayas consumido.
CINCO: Si a dos le sumas tres y se lo vuelves a restar, te quedas limpiamente con el dos originario.
SEIS: El que duerme mucho se pasa la jornada embotado, aunque también puede ser por otra causa.
SIETE: El patio de tu casa puede ser particular (o privativo). Pero lo más probable es que pertenezca a la comunidad a todos los efectos.
OCHO: El hombre auténtico guarda en su fondo de armario al menos una camiseta blanca de tirantes.
NUEVE: Las mujeres siempre dicen lo que piensan, o no.
DIEZ: Zamparse entera una barra de pan antes de comer para matar el gusanillo no es del todo buena idea.
ONCE: Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Esta coincidencia siempre me ha llamado la atención.
DOCE: Dejar caer a plomo un huevo de gallina desde la ventana de un octavo piso está mal, lo sé.
TRECE: Si yo fuera supersticioso, éste me lo saltaría sin poner bobadas.
CATORCE: Éste también me lo salto, para demostrar que no soy supersticioso.

Verdades a la luz de la luna
Al color azul
UNO: La mujer siempre está en un pedestal. Algún día la permitirán que baje.
DOS: La tristeza es una de las peores tentaciones.
TRES: La edad adulta se caracteriza por la búsqueda infructuosa de un día entero sin tener nada que hacer… y al día siguiente, tampoco.
CUATRO: La muerte, para el escritor, es espada de Damocles. ¿Dará tiempo de ejecutar lo proyectado?
CINCO: Los gustos son respetables; los prejuicios, no.
SEIS: En las comidas de hermandad, los cuchillos no se retiran de la mesa. ¡Hasta que pase algo!
SIETE: ¡Qué bien escribía aquel sujeto que el tiempo sumió en un completo olvido!
OCHO: Como va a dar igual, haz lo que te dé la gana.
NUEVE: Escritor es ese al que, no se sabe muy bien por qué, un poco por todo, interesa quitar de en medio como sea.
DIEZ: Asomarse a la ventana: ¡incalificable afán de saber vidas ajenas!
ONCE: Para tus postrimerías: “Antes o después, alguien te moverá la silla”.
DOCE: Extrema vanidad: cada vez que salía a la calle, contrataba una avioneta para que le arrojara desde el aire toneladas de pétalos de rosa.
TRECE: Aquel hombre ateo era profundamente religioso.
CATORCE: No es lo mismo acicalado que elegante. El primero se pone la flor en la solapa.

Imperativos de escritor
Al soldado desconocido
UNO: Aprender a joderte cuanto antes (te ahorrarás dolor y sufrimiento, no mucho pero sí algo).
DOS: Emplear la vida entera al servicio de tu obra (parece mucho, pero es poco).
TRES: Subordinar tu obra a un principio superior (cuanto más superior, mejor).
CUATRO: Investigar (el qué, cómo, cuándo y dónde de ti depende).
CINCO: Pensar.
SEIS: Estudiar (a tu manera).
SIETE: Leer.
OCHO: Ir a las fuentes (qué fuentes, me dirás; pues lo averiguas).
NUEVE: Conocerte a ti mismo.
DIEZ: Conocer a otros.
ONCE: No mercadear con el oficio (compatible con ganar dinero, si es que puedes).
DOCE: Aceptar el fracaso (y amarlo).
TRECE: Despreciar el triunfo (nada que ver con la zorra y las uvas).
CATORCE: No venderte.
QUINCE: No pactar.
DIECISÉIS: Escribir, por supuesto (y terminar lo que has empezado).
DIECISIETE: El canon literario existe (se pongan los demás como se pongan).

Dicharachos de invierno
Al mero frío
UNO: Francisco de Cossío, sobre unos educadores suyos: “… En sus semblantes descubría yo algo como una luz especial que los iluminaba y que no había visto nunca en los demás hombres. Así empecé a comprender lo que era el amor. Después esta luz la he visto en el semblante de muchas mujeres, incluso pecadoras. No la he conseguido ver en el rostro de ningún hombre”.
DOS: Algunas personalidades son turbias. Otras, diáfanas. Casi todas, incongruentes.
TRES: Para algunos, “bondad” e “inteligencia” son sinónimos. Y “maldad” y “estupidez”.
CUATRO: La paciencia es virtud que se impone desde fuera.
CINCO: El dictamen del experto… Y cuando falle, el parecer de persona sensata y sin prejuicios.
SEIS: ¿De verdad, de verdad, perdió el nazismo…?
SIETE: Una frase trivial: “La vida es una novela de incierto desenlace”.
OCHO: “Chistoso” y “humorista”: nada que ver.
NUEVE: En teoría, las cosas pueden ir mejor, peor o seguir igual. Pero tantas veces, sencillamente, van de otra manera.
DIEZ: Cuando la situación se vuelve intolerable, es preciso romper por algún sitio. No importa acertar, no importa equivocarse. Lo que importa es romper.

Tergiversaciones
A la moneda de madera
UNO: Si algunas personas supieran cuánto revelan las facciones, pretenderían una ley que obligara a ir enmascarado.
DOS: Francisco de Cossío: “Los museos son un asilo para los cuadros sin dueño”.
TRES: La casualidad es un lenguaje secreto.
CUATRO: Los pájaros habitan en el cielo; los peces, en el mar y muchos animales son terrestres. El hombre busca su sitio desde tiempo inmemorial.
CINCO: Alguien que conoció y trató a Van Gogh consideró una burla y una estafa que sus cuadros, a su muerte, comenzaran a apreciarse. Según él, no valían nada. La hermana de Cezanne se escandalizó de que el pintor quisiera retratar al padre, que requería, según ella, “un artista de verdad”. Actualmente, se da la situación inversa: pictóricos engendros son grandemente valorados por público y marchantes.
SEIS: La mujer domesticó a los animales. Pero su fracaso sonoro ha sido el hombre.
SIETE: Niñez, juventud, madurez, vejez. A esta última, se la denomina “tercera edad”. ¿Cuál de las anteriores no se tiene en cuenta?
OCHO: Ramón Gómez de la Serna: “Lo que más le molesta a la ballena es que la llamen cetáceo”.
NUEVE: Se conoce con bastante exactitud lo que sintió Adán al ser expulsado del Paraíso: algo muy parecido a no poder ya disfrutar de la novela policíaca.
DIEZ: El ridículo sólo existe para los que hacen el ridículo. Y sólo hacen el ridículo aquellos que lo sienten.
ONCE: A veces incurrimos en exageraciones. Pero no sabemos cuándo.

Pinceladas de pintor de brocha gorda
A la enseñanza
UNO: ¿Peor que escribir? ¡No escribir!
DOS: Que haga las maletas y se vaya con su madre, pase. ¡Pero que se vaya con su suegra…!
TRES: Podemos explicarnos por qué escriben los mierdas. Jamás sabremos –él, menos que nadie– por qué escribe el escritor.
CUATRO: La verdad no es cuestión de mayorías. Es algo que conviene recordar.
CINCO: La familia no se elige. Los amigos, tampoco.
SEIS: El padre ejemplar debe educar al hijo para que no siga su ejemplo.
SIETE: ¿Educar a una hija? ¡Menudas pretensiones!
OCHO: El que busca una excusa la encuentra.
NUEVE: Entre las personas y los animales existe una diferencia: la humanidad de los segundos.
DIEZ: ¡Eso de que lo demás se nos dará por añadidura está por ver!
ONCE: Quien sangra por la herida lo pone todo perdido.
DOCE: El único pensamiento discutible de Cervantes: “No existe libro que, siendo malo, no encierre algo bueno”.
TRECE: La radiogramola –y sus perfeccionados epígonos– es el invento más
demoníaco de la edad contemporánea.
CATORCE: ¡Ese libro que está en casa ignorado y que, leído, sería la felicidad!
QUINCE: Josep Maria de Sagarra, a la amante de un político en una tertulia: “Fresca como una rosa, / puta como una gallina, / pesada como la prosa / de don Père Corominas”. (Lo escribió en un abanico, a petición de la dama, que quería unos versos del poeta.)

Danza varia
Al chafarrinón
UNO: Cuando se dice “A Fulano le gustan mucho las mujeres”, debería decirse: “Fulano exterioriza mucho su gusto por las damas”.
DOS: Paradoja: No te preocupes tanto de ti mismo, y preocúpate un poco más de ti.
TRES: Al cumplir años, las ilusiones van sustituyéndose por las certezas.
CUATRO: La iniciativa, en España, normalmente provoca el siguiente comentario: ¿Qué querrá éste?
CINCO: El hombre suele expresar lo que desea y no lo logra. La mujer se lo calla y lo consigue.
SEIS: El camino recto es aquel que se estrella contra un muro.
SIETE: Todos los ciudadanos son iguales ante la ley. ¡A callar esas risas!
OCHO: Decía Napoleón que el valor es la única virtud no susceptible de fingirse.
NUEVE: Justicia poética o la horma del zapato.
DIEZ: Hemingway: “El primer borrador de cualquier cosa es siempre una mierda”. Hay quien tiene dicho que se lo destruyan en caso de muerte repentina.
ONCE: Chesterton: “Cada generación es convertida por el santo que más la contradice”.
DOCE: La derecha, en política, es como la mujer en el trabajo: necesita multiplicar su esfuerzo y su eficacia para que se la considere.
TRECE: El padre al hijo, señalando dilatadas extensiones: “Algún día, hijo mío, todo esto seguirá sin ser tuyo”.
CATORCE: El pastor de ovejas siempre ha resultado sospechoso.

De mílites, virtudes y contiendas I
Al viento que ondea en las banderas
UNO: Del I Ching: “El lago ha subido al Cielo: / la imagen del Desbordamiento. / Así el noble dispensa riquezas hacia abajo / y recela cobijarse en su virtud”.
DOS: ¿Más virtuoso que justo y cumplidor de tu deber? Ni virtuoso, ni justo, ni cumplidor de tu deber.
TRES: Mao Tse Tung: “El irreflexivo o exaltado que no quiera o no sepa modificar su plan, chocará frontalmente contra un muro de ladrillos”.
CUATRO: La fuerza directa y la indirecta: Chang y Chi. La primera es ortodoxa y la encargada del ataque. La segunda es sorpresiva y envolvente. La primera entabla el combate; la segunda alcanza la victoria.
CINCO: El general duerme en traje de campaña. Nadie sabe en qué lugar tiende su lecho.
SEIS: Cervantes: “En la demora suele estar el peligro”.
SIETE: Periódicamente, hay que replantear de arriba a abajo la estrategia, partiendo de cero como si nunca hubiera habido planes, ni objetivos, ni estrategia. Este zafarrancho hará que se desprendan las posibles ramas muertas que lastran la marcha de la guerra. Si la estrategia se trazó bien al comienzo, será confirmada y reforzada.
OCHO: Soluciones hay muchas, pero una sola es la verdadera, que hay primero que aceptar; luego, imponer.
NUEVE: Las leyes de la paz no son las leyes de la guerra.
DIEZ: El general no puede tener amor propio.
ONCE: Quien ocupa antes la posición tiene ventaja. Sólo eso: ventaja.
DOCE: Las órdenes decisivas tienen que comunicarse en el último momento, y deben ser obedecidas sin rechistar aunque parezcan absurdas.
TRECE: Disciplina y moral. Lo demás, aunque importante, es secundario.

De mílites, virtudes y contiendas II
A las banderas movidas por el viento
UNO: En la guerra, el consejo de la mujer es pernicioso.
DOS: Las decisiones se toman en absoluta soledad.
TRES: El general no cede el mando bajo ningún concepto.
CUATRO: La naturaleza tiene horror al vacío. El general incompetente se verá sustituido o rebasado.
CINCO: La constancia. ¡La aburrida y antipática constancia!
SEIS: Dilema de Cervantes: ¿intentar una y otra vez la fuga o conquistar la ciudad que le retenía prisionero? Pudo hacer esto segundo –hay testimonios–, pero le llamaba desde las sombras su triste e ingenioso hidalgo…
SIETE: La quinta columna… Muchos pertenecientes a ella no lo saben.
OCHO: José, a sus hermanos: “Sois espías y habéis venido a reconocer las partes no fortificadas de la tierra”. Toda fortaleza tiene su punto débil. No existen excepciones.
NUEVE: El auténtico soldado es todo lo contrario a un belicista. Conoce que la guerra es el mayor desastre y hace lo imposible por evitarla.
DIEZ: La guerra imperialista debilita el imperio. O lo que es lo mismo: el imperialismo es la señal cierta del declive en ciernes.
ONCE: Se sabe quién alcanza la victoria, pero no siempre coincide con el que gana la guerra.
DOCE: “El ejército se apresta para la lucha, pero la victoria es de Yavé”.
TRECE: Lo primero es estudiar la mentalidad del oponente y comprenderla. El peor error es juzgarla según premisas propias. Es un error corriente.

Lo militar y el humo de la guerra I
A la paz
UNO: El verdadero enemigo es el que impide luchar contra el enemigo o pone reiteradas trabas. Se le llama también emboscado, traidor o quintacolumnista.
DOS: Resulta enojoso, pero cuando hay que lanzarse a la lucha es, precisamente, en el momento de más baja capacidad de reacción, cuando uno es más débil. Antes, difícilmente se consigue la fuerza moral necesaria para la acción.
TRES: El jefe normalmente es el más titubeante. Por eso es el jefe. Es habitual que los subordinados se muestren más seguros… y más equivocados.
CUATRO: La lucha se emprende no para ganar, sino para morir. Éste es el secreto de la victoria.
CINCO: La victoria parece siempre pírrica. No suelen disfrutarla quienes combatieron, sino la generación siguiente.
SEIS: La guerra necesaria es la más difícil de explicar al pueblo. Se precisa una larga campaña pedagógica que casi siempre se recibe con hostilidad o burla.
SIETE: La guerra, por su propia naturaleza, es inclemente. Tantas veces los conductores se ven obligados a amparar a indeseables bajo su mando.
OCHO: En la guerra es imposible controlarlo todo. Éste es uno de los aspectos más negativos de la confrontación.
NUEVE: El papel de la mujer en la guerra todavía no se ha conseguido definir. Los humoristas afirman que tampoco su lugar en la vida.
DIEZ: Conducir una guerra es lo más parecido al trabajo de oficina, donde prima la organización.
ONCE: Ser militar es una de las formas superiores de ser hombre.
DOCE: Flexibilidad absoluta y disciplina férrea. ¿Paradoja? Todo lo contrario.

Lo militar y el humo de la guerra II
A la intendencia
UNO: El que odia el ejército odia la libertad. El que odia la libertad odia el ejército.
DOS: El militar debe ser estudioso
TRES: Es importante llevar correctamente el uniforme.
CUATRO: El militar no se improvisa: nace.
CINCO: El terrorismo es la caricatura de la guerra.
SEIS: Desconfiad del que no tiene miedo alguna vez; más aún, del que no tiene miedo siempre.
SIETE: El militar no puede ser sádico. Si es esto, no es aquello.
OCHO: Cervantes reputaba sus heridas en la guerra por gloriosas, parangonándolas a sus logros literarios.
NUEVE: El día en que se alcanza la victoria es día enormemente triste. Se tiene la tentación de haber luchado en vano. Los que más se alegran son los que menos combatieron.
DIEZ: La victoria debe ser implacable.
ONCE: Ningún joven vuelve de la guerra. La juventud quedó tendida en el campo de batalla.

Aforismos de pasión
A los clavos
UNO: No hay que juzgar por intenciones; tampoco por resultados.Únicamente por los frutos. Tarea para casa: redacción, diferenciando “resultados” y “frutos”.
DOS: Los pueblos, las naciones, no tienen memoria. Las ciudades, sí.
TRES: Lo mejor de la niñez es que pasa; lo peor, que deja huella.
CUATRO: Siempre se habla demasiado.
CINCO: Repaso de míticos amantes: David y Betsabé; Dido y Eneas; Lanzarote y Ginebra; Paolo y Francesca; Abelardo y Eloísa; Tarzán y Olga de Coude; Paris y Helena; Romeo y Julieta; Tristán e Iseo; Calixto y Melibea…
SEIS: Quien desconoce la naturaleza humana se entrega desarmado a su vertiente oscura.
SIETE: Todo el mundo tiene una hora tonta. Que te pille en casa.
OCHO: ¿Se habrá cumplido la maldición de Homero a la ciudad que no quiso sostenerle a cambio de sus versos?: “No surja jamás en ella ningún poeta ilustre que pueda celebrarla”.
NUEVE: La “noticia que nunca existió” llenó varias páginas en el periódico, fue objeto de polémica y tema de interés para columnistas.
DIEZ: No se puede servir a dos señores. Mucho menos, a un criado. ¡El colmo es a dos o tres…!
ONCE: Apunte para novela-río: “A Fulano le despojan de su herencia. Después de peripecias, la recobra”. (Final alternativo: no la recobra.)

Sal y pimienta
Al condimento
UNO: Se busca vida inteligente en otros planetas: parecería que aquí se desiste de encontrarla.
DOS: “En Arte, ya está todo dicho”. Claro que sí, imbécil.
TRES: Con los consejos, normalmente se acierta no siguiéndolos.
CUATRO: Cuando Faulkner obtuvo el Premio Nobel, sus novelas se encontraban descatalogadas. Existe enorme curiosidad por saber qué títulos eran avalados en ese momento.
CINCO: ¿Novela femenina? También, la “novela del baturro”, “del zapatero remendón”, “del Adorador Nocturno”, “del coleccionista de sellos de correos”…
SEIS: Navíos famosos: El arca de Noé; el Pequod; el Titánic. Los dos últimos se fueron a pique.
SIETE: Erskine Caldwell: “Jamás he dudado en desanimar a aquellos que afirman carecer del tiempo preciso para escribir (…) Muchos aspirantes a escritor buscan, quizás inconscientemente, excusas para no proseguir la lucha”.
OCHO: Cuando su autor quemó la segunda parte de “Almas muertas”, se registró la peor pérdida de las letras contemporáneas. ¡Pensar que hubo quien la leyó…!
NUEVE: Lo más injusto de la vida es no poder elegir a los contemporáneos. Este privilegio se lo hemos reservado a las corbatas.
DIEZ: Todo el “Misterio de la habitación cerrada” consistió en que alguien quiso evitar las corrientes.
ONCE: Dicen que el sol terminará explotando. ¡También son ganas de amargarnos el día!

Sutras entre oriente y occidente
A la primavera que no termina de llegar
UNO: Su fuerza era infinita: estaba solo.
DOS: Nunca se meditará lo suficiente sobre el colosal poder del tiempo: pinta, esculpe, escribe y hace santos.
TRES: Hernán Cortés no era partidario del consenso: su gesta militar es conocida. Tampoco se inclinan a él los artistas: porfían con oscura cerrazón en su mensaje, normalmente en medio de la indiferencia o el rechazo. El consenso no es opinión: es la negación de la opinión. Distinto tema es el acuerdo, al que habrá que llegar según los casos.
CUATRO: El viejo truco de repartirse los papeles… Bien es verdad que el truco está un poco gastado.
CINCO: El Destino le perseguía implacable y le nombró presidente de la comunidad de vecinos.
SEIS: De profesión, su tabarra personal.
SIETE: El belicismo radical, como el pacifismo a ultranza, son deformaciones del cuerpo social o el individuo.
OCHO: Triste oficio el de adular o manipular a la opinión.
NUEVE: El escritor no tiene a dónde ir; sí, donde caerse muerto.
DIEZ: Hay momentos en que se tiene la sensación de que está a punto de aflorar la realidad.
ONCE: ¡Éstos son hechos! ¿Hechos…? Cuántas veces, como decía Chesterton, los hechos encubren la verdad.

Dando brea
A éste, al otro, al de más allá
UNO: El hombre viene de las cavernas, particularmente ese que todos conocemos.
DOS: Es muy raro que coincidan dos que se llamen Odoacro.
TRES: Si en el cielo o el infierno habrá paridad.
CUATRO: Las feministas se empeñan en el femenino de cada sustantivo, con una sola excepción: la palabra ‘poetisa’.
CINCO: El elefante es un animal que le cae bien a todo el mundo.
SEIS: Para cuándo el “Día del Orgullo Camionero”.
SIETE: Contemplar la lluvia vuelve a todos poetas.
OCHO: Justo cuando ese budista iba a entrar en el Nirvana, le pusieron un petardo.
NUEVE: Empezar el día con una sonrisa es muy valioso. Principalmente, si se acaba uno de pillar los dedos con la puerta que da a la galería.
DIEZ: Se debe naufragar de vez en cuando. Es bueno soltar lastre.
ONCE: El dinero ‘negro’ es malo, ‘blanquearlo’ también. En qué quedamos.
DOCE: Odio la palabra ‘pinganillo’. Lo siento, tenía que decirlo.
TRECE: La mejor hora del día es aquella que te empeñas en estropear.
CATORCE: Si perdurará, y hasta cuándo, esta bobada que ahora escribo.

Repiqueteo con sordina
Al lento e incesante goteo
UNO: Si pides opinión, te la darán.
DOS: La pena ajena es siempre pena de uno mismo.
TRES: De un film de espionaje: “Todas las mujeres son espías”.
CUATRO: Aquel señor estaba dividido en dos bandos irreconciliables.
CINCO: La categoría es más importante que la anécdota, pero ésta es mucho más entretenida.
SEIS: El hombre cargado de razón suele ser pesadísimo.
SIETE: La novela plasma el desarrollo de una historia; el teatro, la quintaesencia de un conflicto.
OCHO: Federico Jiménez Losantos, en su día: “Curioso país aquel donde los belicistas son agredidos por los pacifistas”.
NUEVE: Caso común: Le habían sobornado sin que se diera cuenta.
DIEZ: La historia se repite. ¡Cómo no, si la protagonizan los mismos!
ONCE: Se advierte la llegada del buen tiempo por el desasosiego general de la mujer, que, aterrada, la emprende con la dieta.
DOCE: Las consecuencias de los actos raramente son reconocidas como tales.
TRECE: El patio del colegio, vacío, de noche, mojado por la lluvia…

Del hombre, la mujer y otras demencias
Al vaso de agua
UNO: La mujer, en política, en la sociedad, en el trabajo… ¡Si es lo suyo, estar en todas partes!
DOS: Lección de estilo: Cuando las horas pasan lentamente, hay que escribir que “se desgranan”.
TRES: El lenguaje entero se ha convertido en un inmenso lugar común. Sólo
cabe entonces utilizarlo irónicamente.
CUATRO: Las fases del escritor: al principio, publicar; luego, vender; por último,
ni publicar, ni vender, sólo escribir.
CINCO: El movimiento gay, en su perpetua reivindicación de la igualdad, llegará a exigir el matrimonio heterosexual para sus miembros, con objeto de que no exista ya ninguna diferencia.
SEIS: Fulano estaba desengañado de la vida. Y la vida, de él.
SIETE: Antaño, las mujeres dividían a los hombres entre los que tenían solvencia económica y, consecuentemente, podían ofrecerlas un futuro, y los que no. Actualmente, con la revolución femenina, la incorporación de la mujer al trabajo y su nuevo y activo papel desempeñado en la sociedad en todos los ámbitos, pues también.
OCHO: Aquel hombre pensaba demasiado. Para su capacidad, era cierto.
NUEVE: Los argumentos se pueden, pedagógicamente, reducir a una consigna. Pero la consigna, en sí, no es argumento.
DIEZ: Se debe juzgar con benevolencia y elevación de miras el yerro humano. ¡Pero te da una rabia…!
ONCE: Aquel periódico perseguía incansable la verdad. Ésta, consecuentemente, huía.
DOCE: Identificar el destino personal suele llevar bastantes años. Inicialmente, se presenta como una aleteante promesa que pronto se tuerce. Llega un momento en que exaspera. Finalmente, es aceptado, todo encaja y se alcanza la paz, ya que no la tranquilidad.
TRECE: Las mujeres son muy impresionables: en cuanto te enfrentas a un león con las manos desnudas, se postran a tus pies.

Amabilidades para gente arisca
Al palo y la zanahoria
UNO: A Dios no le queda más remedio que existir. Lo contrario sería para Él una vergüenza.
DOS: La mayoría de las veces conviene dejar correr las cosas. Con suerte, se alejarán de ti lo suficiente.
TRES: La cobardía de ser siempre valiente…
CUATRO: El hombre es hombre por naturaleza.
CINCO: Para ser conspirador, hay que ser feo o tener algún defecto físico importante. Por ejemplo, una joroba.
SEIS: Merece respeto el que muere por sus ideas. Pero mucho más, el que muere por las ideas de otro.
SIETE: Antes cambia el mundo que un solo hombre.
OCHO: El camino del rencor… y de la ineficacia.
NUEVE: Discursos alternativos del padre en su lecho de muerte: A) Como veis, vuestro padre no andaba tan descaminado como pensabais; B) Vuestro padre era aún más borrico de lo que pudisteis sospechar.
DIEZ: Existen dos formas principales de hacerse célebre: mediante el asesinato, a ser posible múltiple, o perseverando largos años en una disciplina ardua, que entregue a la humanidad una conquista capital. Lo primero es más rápido y seguro. También, menos trabajoso y aburrido.
ONCE: En invierno hace frío, y en verano calor. La lluvia moja, el fuego quema. A partir de sencillas experiencias, se puede progresar en el conocimiento. Cuidado con filósofos y escritores, que tienden a embaucar.

Yendo a tu bola
Al bote de canicas
UNO: Cuando se cierra una puerta, se abre otra. O no.
DOS: Algunos tienen bien asimilada la lección filosófica de Sócrates: “Sólo sé que no sé nada”. Si ésta es la conclusión del sabio, para qué tomarse la molestia del estudio.
TRES: ¡La infinita capacidad de seducción del Anticristo! ¿Quién podrá resistirle cuando llegue?
CUATRO: Aquel sujeto buscaba una luz en su vida. La compañía le había cortado el suministro.
CINCO: Hay críticos que estiman que El Quijote provocó la decadencia española que siguió. Cierto. Es la gran venganza de Cervantes.
SEIS: Al tonto solo se le encierra en el baúl. Si son dos, abren escuela. Tres, fundan partido. Cuatro, se reúnen en grupo literario. Cinco, van al fútbol. Seis, son sociedad. Siete, aprovechan oferta turística para viajar al extranjero. Ocho, se lo cuentan de regreso al nuevo miembro…
SIETE: Cuando en otoño caen las hojas, pues eso, que en otoño caen las hojas.
OCHO: Eso de escabullirte al servicio para evitar pagar está muy visto. Aparte de que se crea una situación embarazosa al encontrarte allí con todos.
NUEVE: A mí me gustaría tener el don de la bilocación para dar algunos sustos. Sí, ya sé que es un motivo frívolo.
DIEZ: La belleza física no lo es todo. También existe el vestir ropa de marca.
ONCE: Qué pensamiento tan idiota se me acaba de ocurrir.

Ejercicios espirituales para el hombre material
A la mierda
UNO: En Literatura, el plagio es IMPOSIBLE.
DOS: Sólo los académicos son verdadera y totalmente académicos. Cualquier otra profesión adolece de impureza.
TRES: Escribir un libro, tener un hijo, plantar un árbol. En cuanto a lo último, ¿valdrá hacer germinar una judía?
CUATRO: No importa cuánto la mujer admire al hombre. No parará hasta verle adquirir leche de oferta en el supermercado.
CINCO: Todos morimos, unos más que otros.
SEIS: El clasismo es filosofía profesada por las clases bajas… independientemente de su posición social.
SIETE: Dos refranes: 1) No ofende quien quiere sino quien puede. 2) Querer es poder.
OCHO: Es bueno tener una razón para levantarte por la mañana de la cama. Si no la encuentras tú, la encuentran otros.
NUEVE: España no es proclive al genio. Pero cuando lo da, lo da.
DIEZ: Si nos paráramos a reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos y anticipáramos los posibles resultados en sus menores detalles, deteniéndonos particularmente en la forma en que podrían afectar a nuestros semejantes, pues qué duda cabe que haríamos lo mismo.
ONCE: La suma de las partes (¡!) es igual al todo (¿?).
DOCE: Si supieran las mujeres lo poco que le importa al hombre lo que ellas llaman “esos kilos de más”… seguirían intentando desesperadamente adelgazar en primavera.
TRECE: Un pueblo cobarde obliga, ay, a la hipertrofia de los valientes.

De novela o a ver si nos termina de entrar bajo el peinado I
A la divina chispa
UNO: El tema NUNCA da la medida o el valor de la novela. Con un tema grande, se puede pergeñar un bodrio; y con un asunto baladí, una obra excelsa.
DOS: Una novela impecablemente escrita y construida puede tener nulo valor literario. “Escribir bien” está al alcance de cualquier persona instruida. El talento –por no hablar de genio– es otra cosa.
TRES: El estilo –sólo el estilo– señala el rango de la novela.
CUATRO: No confundir estilo y estilismo. El estilo es virtud; el estilismo, defecto. CINCO: Estilo es la manera propia de expresarse y tiene que ver con la “eficacia” al comunicar o trasmitir. Un buen estilo es aquel que presenta viva y atrayentemente el asunto; pero sobre todo, con verdad.
SEIS: Estilismo es preocupación exclusiva por las palabras, al margen de su significado. Es una suerte de onanismo.
SIETE: Escribir fácil es difícil; escribir difícil es fácil. El escritor “oscuro”, en muchos casos, no teniendo nada que contar, enturbia sus nimiedades con escritura rimbombante.
OCHO: Tampoco se debe confundir sencillez con simpleza. A la sencillez se llega tras arduo trabajo. La simpleza es eso: simpleza.

De novela o a ver si nos termina de entrar bajo el peinado II
Al incendio
UNO: Dominar el lenguaje… Para empezar, nadie lo domina. Sería como decir que las palabras acuden de forma natural a “vestir” la peripecia… lo que equivaldría a señalar que ésta sólo se puede expresar de una forma.
DOS: Los que creen dominar el lenguaje son los que menos lo dominan. Son tantas las formas potenciales –infinitas– de escritura que, paradójicamente, a mayor caudal verbal, menor “dominio”.
TRES: La franja más temible no es la de aquellos que no saben escribir o lo hacen incorrectamente; sino la de quienes redactan –decimos bien: redactan– con facilidad y soltura y que, por esta razón y por haber leído algunos libros, se creen capaces de emularlos. “Nada más peligroso que ‘algo’ de cultura” (Ernesto Sábato.)
CUATRO: La novela de tesis, en principio, es aceptable. Novelas de tesis son el “Quijote” –contra las novelas de caballería–, “Crimen y castigo” –contra el alcoholismo– y muchas otras. Pero la novela de tesis se sostiene si trasciende el propio principio con que arranca el libro. Ya nadie se entrega a la lectura de novelas de caballería, contra las que quiso arremeter Cervantes. ¿Por qué entonces sigue leyéndose el Quijote? (Contrarréplica irónica: ya nadie lee el “Quijote”…)
CINCO: Profesores de literatura y escritores. Su lugar de confluencia es el libro. Pero mientras aquéllos miran el cómo, los escritores se centran en el qué. No es lo mismo hacer algo que explicar cómo se hace… y, sobre todo, como debiera haberse hecho.
SEIS: Novela “actual”. Ni existe, ni ha existido jamás
SIETE: “La novela ha muerto”. Y una mierda. Pero no será porque no hayan intentado liquidarla.
OCHO: En último término, la torpeza irremediable, que explica tantas cosas.

De la conducción de la guerra
Al mero vivir
UNO: Sólo sabe ganar el que sabe perder. Sólo puede ganar el que ha perdido antes.
DOS: La derrota más dolorosa es la que se deriva de la traición.
TRES: La derrota –más, si es grande– es una bendición del Cielo.
CUATRO: Clarividente, aquel que sepa discernir entre victoria y derrota.
CINCO: Si uno sale vivo, ya es bastante.
SEIS: A veces, qué remedio, habrá que morir. “El que pierda su vida la salvara”.
SIETE: Todos cometemos errores. El error, incluso el más letal, es subsanable. La doblez, la mentira, la bajeza, el interés mezquino… esto sí que no tiene remedio.
OCHO: La victoria lleva toda la vida.
NUEVE: Tras la derrota, el reagrupamiento de las dispersas tropas, la evaluación de bajas. Luego, ya con calma –la que se pueda–, el estudio de las auténticas causas del desastre. Aquí hay que ser radicalmente sincero. El mínimo error de apreciación, la coartada más insignificante para ocultar los propios yerros, impedirán fatalmente la recuperación.
DIEZ: La desesperación engendra humor.
ONCE: Definición de “Historia”: “Conjunto de sucesos acaecidos en el pasado, ignorados o minimizados al presente, que tienden por ello mismo a repetirse”.
DOCE: Nadie puede tener ya su casita en el bosque.
TRECE: Delegar mucho, supervisarlo todo: éste es todo el secreto.

La guerra y la paz
A la paz y a la guerra
UNO: Cuando gobiernan todos, no gobierna nadie.
DOS: El pacifismo y su reguero de sangre inocente…
TRES: Cuando la tropa pasa frío, el general no tiene derecho a estar caliente. En realidad, el general no tiene derecho a estar caliente en ningún caso.
CUATRO: No hay que tener prisa y mucho menos ser precipitado.
CINCO: La creación de una red de inteligencia propia es el requisito IMPRESCINDIBLE para conducir victoriosamente la campaña.
SEIS: Si el ejército actual no sirve, habrá que crear otro nuevo, rescatando del antiguo lo válido y con las incorporaciones nuevas que sean necesarias.
SIETE: Los amigos y aliados no se eligen.
OCHO: La gloriosa intendencia. Irresponsable, el que no la tenga en alta estima.
NUEVE: Algún día, se terminarán las guerras… Pero hasta que eso ocurra, habrá que velar sobre las armas.
DIEZ: El mejor soldado es el que no sirve para nada.
ONCE: La propaganda. El que la descuide o no la valore convenientemente, perderá. Será nada más cuestión de tiempo.
DOCE: El discurso del sectario: “Digan lo que digan y hagan lo que hagan, nadie me convencerá de que las cosas son como son”.
TRECE: Las guerras se ganan –y sobre todo, se pierden– en la retaguardia.

Fragmentos nocturnos y alevosos
A la imbatible pertinacia
UNO: No vive más quien más se mueve; no se mueve más el que más lejos se desplaza; y desplazarse sin motivo trae el inconveniente de la almoneda del espíritu. Llega un momento en que no sabes quién eres. Ni por qué eres.
DOS: Machado (don Antonio), en Juan de Mairena: “Cada día, señores, la literatura es más escrita y menos hablada. La consecuencia es que cada día se escriba peor, en una prosa fría, sin gracia, aunque no exenta de corrección, y que la oratoria sea un refrito de la palabra escrita, donde antes se había enterrado la palabra hablada.”
TRES: El hombre contemporáneo culmina habitualmente sin problemas su desarrollo físico. Su desarrollo moral e intelectual, empero, no suele rebasar de la niñez o adolescencia. El hombre contemporáneo juega toda su vida.
CUATRO: Regla de vida: No vayas donde no te quieren.
CINCO: La confusión ha llegado a ser total. Antes, un asesino tenía cara torva y la policía lo detenía nada más pisar la calle. Ahora, puede ser un dechado de simpatía y buenas maneras. ¿Cómo, entonces, ponerle las esposas? Sin contar con que se te echaría encima la multitud.
SEIS: Las cosas son como son. Pero ¿cómo son? La investigación, espoleada por la propaganda, pone todo el acento en la ocultación.
SIETE: Para desinformar, inundar de información: constante, abrumadora, irrebatible, con abundancia de cifras y aparato técnico.

Filigranas y desmayos I
A mí mismo
UNO: Apunte para novela: Nace, crece, se reproduce y muere. (Rellenar y darle cuerpo.)
DOS: Desde el andamio, las cosas no se ven igual. El que no ha sido elevado a sus alturas es difícil que pueda comprenderlo. Resulta, pues, natural que de allí hayan brotado tantos inspirados panegíricos.
TRES: Tantas cosas que se dan por supuestas. No importa la marca, el papel, la calidad o el precio, el rollo de papel higiénico se comercializa invariablemente sin su librillo de instrucciones.
CUATRO: El miedo a la oscuridad es ancestral y ridículo. Lo que verdaderamente da miedo son los monstruos.
CINCO: “El buen paño en el arca se vende”. Error de transcripción. Querían decir ‘se pudre’.
SEIS: La democracia tiene sus límites. Como no se sabe exactamente cuáles son, muchos los intentan averiguar forzándolos.
SIETE: Quizá no vengamos del mono, pero vamos hacia él a toda prisa.
OCHO: Los que abominan, cínicamente, de la especie humana no tienen razón. Son muchos los que, postergando ocupaciones y familia, desdeñando el ocio y el descanso, sin pensar en sí mismos, se aforan al servicio de individuos con los que nada tienen en común.
NUEVE: La vida, esa gran maestra que te da siempre el coscorrón que necesitas.
DIEZ: Escrutar el universo en busca de vida tiene un no sé qué de indecente voyeurismo. A ti qué te importa cómo vivan otros.

Filigranas y desmayos II
Al otro
UNO: Para ‘construir’ el socialismo, se suele antes dejar el país hecho una ruina, y a partir de aquí ir a menos todavía. Ejemplos, todos.
DOS: Picasso es un pintor absolutamente deslumbrante. Pero no acompaña.
TRES: La vida pasa y tu ordenador, antes o después, se te quedará obsoleto. Esto son certezas.
CUATRO: La barriga cervecera es la más honrada de todas las barrigas.
CINCO: Todo arte es ‘performance’: no durará para siempre.
SEIS: Es ‘dentro’ donde está toda la acción.
SIETE: Desoladora conquista: poder leer independientemente del estado de ánimo.
OCHO: Toda persona, en el fondo de su corazón, esconde un drama. Este drama, en tantas ocasiones, es desconocido incluso para ella. Una conversación casual o un suceso nimio bastan para revelarlo.
NUEVE: Cuando una puerta se abre, otra se cierra.
DIEZ: El político manda en el juez. El juez quiere ser político. Ambos coquetean con el periodista. Los tres se quieren bandear con la cultura. No es extraño así que pase lo que pasa.
ONCE: Experiencia es eso que, cuando eres viejo, pones en un libro que leerá otro viejo como tú y que a ninguno de los dos os servirá de nada. Ni a nadie, dicho sea ya de paso.
DOCE: Lo antiguo y lo moderno. A veces son lo mismo.

Qué te estoy contando
Al murmullo y el susurro de la brisa
UNO: Tienes un problema cuando la realidad virtual -libros, películas…- no puede competir con tu propia realidad.
DOS: La cárcel, al menos, tiene una ventaja: la comida hecha y en la mesa.
TRES: Déjate de tonterías. El disfrute de verdad es cuando has apresado un barco y acto seguido te emborrachas de ron, cantando desafinadamente hasta las tantas.
CUATRO: Cuando te plantéen el dilema, normalmente sobre un tema pretendidamente solidario, ‘O secundas mi propuesta, o (aquí una descalificación)’, se trata de un dilema falso.
CINCO: El demonio es cristiano. Es lo que peor lleva.
SEIS: Entre la idea y la plasmación de esa misma idea hay un abismo casi tan profundo como el que separa el cielo del infierno. En lenguaje más cercano: el papel lo aguanta todo.
SIETE: Si tiras una piedra al río, verás cómo se hunde. La piedra, no el río.
OCHO: A: “A mí nadie me ha ayudado a llegar a donde estoy”. B: : Pero si no has llegado a ningún sitio” A: “Por eso”.
NUEVE: Dios es más lento que tú, pero infinitamente más seguro.
DIEZ: Es muy difícil saber qué está pasando. A veces, es totalmente imposible. Por ejemplo, ahora.
ONCE: No hace tanto, el universo estaba repleto de poesía. Luego la perdió casi al completo. Actualmente, poco a poco, la va recuperando.
DOCE: Una novela encierra dos historias: la que cuenta el autor y las circunstancias que rodean cada lectura, en ocasiones no poco más interesantes.

Rebañando el plato
Al más acá
UNO: Si le echas un pulso al mundo, ese pulso en ningún caso lo podrás ganar. Pero les habrás tenido en vilo.
DOS: A menudo se confunde franqueza con mala educación. La mala educación es mucho más entretenida.
TRES: Paradoja: Hay cosas que no se aprenden en los libros; pero todo, sin embargo, está en los libros.
CUATRO: El totalitarismo nunca se presenta ofreciendo dictadura y opresión, sino todo lo contrario. Ejemplos, todos.
CINCO: Es fácil, y hasta saludable, reírse del pasado. Pero no faltará quien se reirá de tu presente.
SEIS: Sabio es el que sabe que el más tonto le puede enseñar algo.
SIETE: Fisioterapia, osteopatía, kinesiología, método yuen, reiki, gemoterapia, terapia de sonido con cuencos y gongs, kinesiotaping, terapias energéticas y emocionales… La gente se ha olvidado de Dios y de pedirle cosas.
OCHO: Si te dan un taparrabos y un cuchillo y te abandonan a tu suerte en medio de la sabana o de la selva, te habrán hecho una putada de las verdaderamente gordas.
NUEVE: A Dios hay que mantenerlo a raya. De lo contrario, no puedes leer, ni escribir, ni hacer nada que sea de cabeza.
DIEZ: El hombre mediocre se suele creer inteligente. El hombre inteligente, no. Qué poco discernimiento tienen ambos.
ONCE: Si eres un capo de la mafia y ordenas meterle a uno los pies en hormigón para arrojarle al río, te vas a tener que confesar luego de eso.
DOCE: Llamar Cucufato a un hijo tuyo porque eres devoto del santo de este nombre, no termino yo de verlo. Tampoco soy muy partidario de llamarle Primitivo.
TRECE: Hay alguien a tu espalda. A que te has asustado.

De la rosa
A las espinas
UNO: Si tiene que haber una catástrofe -Dios no lo quiera-, por lo menos que sea humanitaria.
DOS: No pasa nada si pierdes el norte, a condición de que sepas dónde están los otros puntos cardinales. Podrás deducir aquél de éstos.
TRES: En la vida, la verdad. En las ficciones, la mentira.
CUATRO: Si pintas de negro las paredes de tu casa, no tienes que volver a pintarlas nunca más.
CINCO: Para aprender inglés y expresarse fluidamente en este idioma, por hablado y por escrito, un método que no suele fallar es nacer y crecer en un país anglófono.
SEIS: Impresiona saber que vivimos en otra dimensión, respecto a aquella o aquellas que, en este momento, no estamos ocupando.
SIETE: El mejor gobernante es el que se encierra en su despacho a cal y canto, diciendo que se pone a trabajar, y luego se harta de novelas y películas o sencillamente duerme.
OCHO: El gastrónomo o gourmet tiene, en realidad, no poco de glotón.
NUEVE: Tortura china es cuando has pensado mucho y refinadamente las maldades físicas que le haces a otro. Si lo haces a lo basto, es tortura a secas.
DIEZ: Intromisión ilegítima al honor… La intromisión es siempre ilegítima.
ONCE: Ir de uniforme viste más. Nunca mejor dicho.
DOCE: El tema ‘templario’ -en cine y en novela- promete mucho y no da nada.
TRECE: Si tienes la sensación de que te observan, a eso se le llama apostar sobre seguro.

Veranillo de San Martín
Al santo
UNO: Si te encuentras solo en una balsa en medio del Pacífico, sin agua potable, sin comida, rodeado de tiburones y bajo un sol implacable, tienes ahí un campo donde poner a prueba el pensamiento positivo.
DOS: Antes, era bueno ser sufrido. Ahora, dices eso de alguien y poco menos que le estás llamando gilipollas.
TRES: La tragedia es la irrupción inesperada del pasado en el presente.
CUATRO: La mayoría de la gente piensa por encima de sus posibilidades.
CINCO: Vida exteriormente sencilla, interiormente muy compleja, una verdadera bomba.
SEIS: El oficio de aguador ha caído muchísimo.
SIETE: Inteligencia emocional significa que eres, a la vez, listo y llorica.
OCHO: La mujer es calculadora y se muestra irracional. El hombre es emotivo y se muestra racional.
NUEVE: Si nos estuvieran engañando y el sol, la luna y las estrellas estuvieran pintados en un toldo…
DIEZ: La elección de nuestros gobernantes tendría que hacerse por sorteo universal. No creo que saliéramos perdiendo.
ONCE: Es muy raro que coincidan dos que se llamen Odoacro.
DOCE: Los extraterrestres no existen. Pero el juego que dan.
TRECE: Si yo tuviera poder, lo primero que haría sería poner a mucha gente a cavar zanjas.

Otra tanda
A la dedicatoria en sí
UNO: La prisa es mala consejera. Pero extremadamente útil para coger un tren cuya salida es inminente.
DOS: El ideal totalitario: tener a todo el mundo conectado a algo y que lo haga de manera voluntaria.
TRES: Los libros de autoayuda, como su propio nombre indica, son esencialmente egoístas.
CUATRO: El niño ‘superdotado’ deriva a la inanidad rápidamente.
CINCO: Ponerse gafas para ver mejor es como ponerse una careta para ser más guapo. Un fraude.
SEIS: Con paciencia, se consiguen muchas cosas. Hasta aprender un oficio o leer un libro.
SIETE: Los de ciencias miran por encima del hombro a los de letras, y viceversa. Ambos grupos tendrían eventualmente razón.
OCHO: Aquí no pongo nada. No porque no se me ocurra, sino porque no me da la gana. Un acto de rebeldía gratuita.
NUEVE: Hombres y mujeres están hechos para complementarse y ayudarse. No quiero ir más lejos.
DIEZ: Se rumorea que estamos en los ‘últimos tiempos’. Lo que sí es verdad es que no son los primeros.
ONCE: ‘A Dios rogando y con el mazo dando’. Falta el sujeto paciente de la segunda parte del refrán.
DOCE: Si le haces un favor a una persona, posiblemente lo recuerde. Si le haces muchos, los olvidará todos.
TRECE: Los viajes interestelares de larga duración son inviables por la carga letal de las personas que habrían de llevar.

Del comportamiento de los más y los menos
Al deber, ese fascista
UNO: La persona políticamente correcta no se considera políticamente correcta, sino -es curioso- rebelde y rompedora.
DOS: La primera libertad es sentirte seguro.
TRES: Cuando las “libertades” son muchas, la libertad es poca.
CUATRO: El autodenominado progresismo odia la palabra ‘libertinaje’. No su significado, que le encanta.
CINCO: ¡El deseo profundo que tienen tantos de convertirse en masa!
SEIS: Persona o individuo, tú eliges.
SIETE: Cada nuevo derecho, una nueva cadena.
OCHO: Nuestro preciso -y precioso- idioma castellano: “Se tomaba muchas libertades”.
NUEVE: Ha descendido muchísimo el nivel. Antes, el sermón te lo endilgaba un cura; ahora, cualquiera.
DIEZ: El gobierno, un mal necesario. Lo dijo alguien, pero conviene quitarle el polvo a la frase.
ONCE: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. De especial aplicación en la política.
DOCE: En el pasado, al menos, se guardaban las formas: el tribuno no se rebajaba aplaudiendo a la plebe.
TRECE: Debería acuñarse la expresión ‘palabra de político’, para referirse a ‘promesa mendaz y con sonrisa’.

Aforismos de alguna indignación
A la ira
UNO: Ser hombre de acción significa tomar decisiones, la mayoría inadvertidas y corrientes.
DOS: Profesores finlandeses descubren un sistema para que los alumnos obtengan las máximas calificaciones: ponérselas.
TRES: Llorar es como el apéndice: no sirve de nada.
CUATRO: “Quiero un hombre que me haga reír”, dicen algunas. Y quién no.
CINCO: El primero al que le vendieron una moto se sintió estafado: mitad de ruedas y la máquina no podía sostenerse.
SEIS: Las campañas electorales deberían estar radicalmente prohibidas, por lo que tienen de falsedad, de maledicencia y de calumnia.
SIETE: Y la ideología -cualquier ideología-, al ámbito privado de las conciencias.
OCHO: El burro es de los pocos animales que se sienten insultados.
NUEVE: Si los políticos quisieran realmente nuestro bien, querrían realmente nuestro bien.
DIEZ: Todos los españoles son iguales ante la ley. O no.
ONCE: ‘Volver a casa por Navidad’ suena a amenaza.
DOCE: El primero que se tiró en paracaídas, vaya valor. Pero más valor el segundo, que vio lo que le pasó al primero.
TRECE: Practicar submarinismo tiene algo de huidizo frente a los problemas del mundo.

Escrito en tiza
Al encerado
UNO: Hay cosas que son indignantes. Otras no.
DOS: El primero que comió miel, comió mucha.
TRES: Si mis padres hubieran sido negros, yo probablemente también sería negro. Da que pensar.
CUATRO: Qué será ser otro.
CINCO: La piedra pómez es aburridísima.
SEIS: Si eres espeleólogo, te espera en la vida mucha oscuridad.
SIETE: Da un poco de envidia el oso que hiberna.
OCHO: Cachalote suena a gordo.
NUEVE: Ser escritor es que te cueste.
DIEZ: Imagínate que te llamaras Lorenzo. Ya está. A que te has sentido raro.
ONCE: Este aforismo que estoy ahora escribiendo es profundo, divertido, sabio y atinado… Bueno, no; pero podría haberlo sido.
DOCE: La vanguardia es tantas veces mezcla de griterío, énfasis, abstracción y aburrimiento.
TRECE: Hay mucho de burgués en la bohemia.
 
Sumas y restas
Al infinito
UNO: No se sabe si las líneas paralelas se juntan al llegar al infinito, porque nadie ha llegado nunca al infinito.
DOS: El infinito no existe porque siempre se le puede agregar uno.
TRES: Infinito más uno es igual al infinito. Luego uno es igual a cero.
CUATRO: Ocho menos siete da uno. O sea, cero.
CINCO: Cero más uno da uno. O sea, también cero. Doble cero, para ser exactos.
SEIS: Seis menos seis es cero. O sea, uno.
SIETE: Si a cualquier cantidad le restas esa misma cantidad, te da cero. O uno, dependiendo del guarismo que te guste más.
OCHO: Puedes contar hasta una cierta cantidad. Más no porque te cansas y te pones a hacer otra cosa. No seas tan arrogante de querer llegar al infinito.
NUEVE: La humanidad se divide entre los que se llaman Argimiro y los que no, resultando dos conjuntos desiguales y absolutamente desproporcionados.
DIEZ: Eres lo que comes, dicen. Cuidado pues con los derivados del cerdo.
ONCE: No puedes conducir dos coches a la vez, a no ser que uno de ellos, o los dos, los lleves por control remoto. Y si llevas dos por control remoto, quién te dice que no puedes llevar más. El límite de coches que puedas dirigir por control remoto dependerá de tu capacidad. Y qué manía con querer llevar nada por control remoto.
DOCE: Si a este llamémosle aforismo le añades el guarismo uno, te da la cifra tradicionalmente considerada de la mala suerte.
 
Peldaños de escalera
Al que la sube
UNO: Si al cuatro le sumas dos, raro sería que no te diera seis.
DOS: Es duro ser mujer… hoy día.
TRES: Dos es más que uno. Pero que no olvide nunca el dos que se compone de unos.
CUATRO: El derecho de pernada no ha caído tan en desuso como se cree.
CINCO: La línea, sea recta, curva o quebrada, tiene que guardar pues eso, la línea. De lo contrario, se convierte en otra cosa.
SEIS: Bermúdez y Olaizola no se conocerán jamás. ¡Y no lo saben!
SIETE: Si al siete -o cualquier otro número- le restas esa misma cantidad, para este viaje no necesitábamos alforjas.
OCHO: No conozco a nadie, y menos cercano, que tenga un rebaño de elefantes.
NUEVE: La princesa de cabellos de oro es la única con derecho a peinarse a la ventana.
DIEZ: Si la miras todo el rato, la semilla tiene pudor y no germina.
ONCE: Tarzán de los Monos era libre. Por eso, le capturaban siempre.
DOCE: Si yo tengo cinco mil libros y mi vecino veinte, esto no quiere decir que yo le haya estado robando a mi vecino.
TRECE: El hombre que inventó la resta tendía más bien al pesimismo.
 
A más a más
A lo menos
UNO: Hay cosas que parece imposible que puedan llegar a suceder. Por ejemplo, que concluya alguna vez el mes de enero.
DOS: Hermoso y poético contemplar desde tu ventana la calle barrida por la lluvia. Pero si tienes que salir, se le va de golpe toda la poesía.
TRES: La sabiduría humana acaba depositándose en los libros. También, la estupidez.
CUATRO: La velocidad de un ejército es la de su hombre más lento. Pero si a este hombre se le azuza, ya no.
CINCO: Cambiar es bueno. Aunque depende mucho de lo que estés haciendo.
SEIS: Si algo es cierto es que a una cosa sigue otra.
SIETE: Hay libros que se pueden leer por cualquier parte. Otros, por ninguna.
OCHO: Que la tierra sea redonda hincha un poco. Mejor, la tierra plana o la tierra hueca.
NUEVE: Que te coma una fiera tiene que doler.
DIEZ: En qué momento dejó de llamar a nuestra puerta el vendedor de enciclopedias.
ONCE: “Hay que confiar en nuestros gobernantes”. Los cojones.
DOCE: El hombre auténtico se tiene que haber defendido a tiros por lo menos una vez.
TRECE: Que todos seamos iguales es como pretender que todos los libros cuenten similar historia y tengan el mismo número de páginas.
 
De actualidad
A lo que se está cociendo
UNO: La traición encuentra siempre un justificante moral.
DOS: Si eres de los que se crecen en la adversidad, estás en el país adecuado.
TRES: La libertad es cara. Por esta razón, muchísimas personas se niegan a pagarla.
CUATRO: “Aquí esto no puede pasar”. Pocas afirmaciones, en principio, tan miopes.
CINCO: Los ujieres del Congreso se han convertido en paradigma de respeto y elegancia.
SEIS: Deberíamos hacer la prueba de pasarnos un año sin gobierno. El país que lo ha intentado ha mejorado.
SIETE: La libertad de expresión retrocede en sentido inversamente proporcional a su enfática defensa.
OCHO: Hay que respetar a la que reivindica algo desnudándose los pechos. Pero si glosas esos mismos pechos, que todo el mundo ha visto, eres machista.
NUEVE: Escandaloso: la mayoría de mujeres quieren y respetan a los hombres, desafiando la pertinaz campaña contra ellos.
DIEZ: Los hombres, por regla general, ni violan ni asesinan a mujeres, ni se les ha pasado tampoco jamás por la cabeza. Y encima, mayormente las quieren.
ONCE: Ojo con el que, desde la política, te quiere hacer feliz.
DOCE: Contra la corrupción, no hace falta ningún pacto. Con no corromperse, vale.
TRECE: Si te llaman machista, fascista o sexista… casi con total seguridad vas por buen camino.
 
Agua del pozo
A la vida cuando se desliza
UNO: El afán que tienen algunos de vestirse de mujer en carnavales.
DOS: Ser alguien sin ser nada: ésa es la verdadera medida.
TRES: Ser nada y parecer mucho. Los ejemplos proliferan en política.
CUATRO: El suflé -cualquier suflé- termina desinflándose.
CINCO: A nadie se le ha ocurrido nunca patentar el fuego. Bueno, sí, a mí en este momento.
SEIS: La maternidad era un tema pictórico de los antiguos.
SIETE: Viajar en el tiempo es un derecho. Reconocimiento (y garantía) de este derecho, ya.
OCHO: Adán y Eva son los únicos facultados para creer que el mundo comenzó con ellos.
NUEVE: La poesía de un parque solitario, envuelto por la niebla, entre dos luces… Pero si te atracan, pasas a la prosa en un segundo.
DIEZ: En España, aparte de la víbora y el escorpión, no hay prácticamente animales venenosos. Lo que nos faltaba.
ONCE: Es sospechosísimo cavar una zanja en descampado, bajo la lluvia, por la noche.
DOCE: Vivir en una cueva tiene la ventaja de que no pagas alquiler. Ni luz, ni agua. Ni nada. También tiene algún inconveniente, claro.
TRECE: Ahora mismo, podrías estar haciendo otra cosa… y lo sabes.
 
Aforismos de cabeza
Al coco
UNO: Imaginación y fantasía. Conceptos radicalmente distintos.
DOS: La elucubración es un pensamiento que se retuerce sobre sí mismo.
TRES: Pensar es considerar un asunto en sus facetas posibles. Esto es de listos, a condición de hacerlo bien.
CUATRO: Intuición es cuando no tienes ninguna prueba, pero das en la diana.
CINCO: Fogonazo es cuando se te ocurre algo de repente. Casi siempre es una tontería.
SEIS: Consideración es cuando aceptas tener una cosa en cuenta.
SIETE: Sospechar es cuando no tienes pruebas, pero puede ser.
OCHO: Calibrar es como medir inmaterialmente, con regla o medidor virtuales.
NUEVE: Para sopesar, al menos necesitas una mano. Aunque es mejor las dos.
DIEZ: Opinar, muchas veces, casi siempre, es soltar tu melonada.
ONCE: Creer equivale no raramente a tragarte un sapo.
DOCE: Ponderar es decir ‘ni para ti, ni para mí’. Es verbo de las clases educadas.
TRECE: Mentalizarse es hacerte a la idea de algo que no quieres. Se presenta bajo capa de cordura.
 
Aforismos de Dios
A Él
UNO: ‘Al principio, creó Dios los cielos y la tierra’. Toma ya. Mejóralo. .
DOS: ‘Todo el que pide recibe, el que busca halla, al que llama se le abre’. Generoso en extremo, por utilizar esta expresión.
TRES: ‘Venid a mí los que estéis cansados’. Quién no está cansado, por no hablar ya de sentirse derrengado.
CUATRO: ‘El ciento por uno’. A ver qué entidad financiera te da esto.
CINCO: ‘Yo lo resucitaré en el último día’. Esto es verdaderamente fuerte. Pero y si sí.
SEIS: ‘Sólo en Dios hay que esperar’. Exclusivista, aunque viendo el ganado que circula por ahí..
SIETE: Paradoja o átame esa mosca por el rabo: ‘El principio de la sabiduría es el temor de Dios’; pero tener miedo de Jesús es de ser bobo.
OCHO: ‘Haced lo que Él os diga’. Tan suave el consejo, que deja perplejo.
NUEVE: ‘Y vi un nuevo cielo y una tierra nueva’. Falta hace, no diremos que no.
DIEZ: ‘Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré’. Solicitud tajante, aunque no parece que le fuera mal a su destinatario.
ONCE: ‘Tus pecados están perdonados’. Que alguien pueda decir esto, tela marinera.
DOCE: ‘Si te das al servicio de Dios, prepara tu ánimo a la tentación’. Quiere decirse que va a caerte la del pulpo. Se siente.
TRECE: ‘Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará’. Quien lo probó lo sabe.
 
Radios de una rueda
Al movimiento
UNO: Si tienes cinco naranjas y te las roban todas, siempre podrás aferrarte a su recuerdo.
DOS: El dinero es sumamente aburrido y limitado. Sólo te permite hacer dos cosas: gastarlo o ahorrarlo.
TRES: Cuando ideas algo, la reacción automática inmediata es de oposición. Haz la prueba.
CUATRO: Si doblas sucesivamente cuatro esquinas, estarás a punto de volver a tropezar con la primera.
CINCO: La audacia va en sentido inversamente proporcional a la experiencia. No resulta posible conjugarlas.
SEIS: No conozco a nadie que sea propietario de una mula.
SIETE: Si tienes un cuadrado de tela y lo cortas por sendas diagonales, obtendrás cuatro triángulos idénticos. Lo que hagas a continuación con ellos es asunto tuyo.
OCHO: Tiempos en que se voceaba por las calles que un león se había escapado de su circo.
NUEVE: Un día de excursión está lleno de promesas. Es habitual que no se cumplan.
DIEZ: El que juega a la ruleta en el casino se suele creer un poco 007. Pero si pierde y su mujer le abronca, se le pasa.
ONCE: Si juntas toda la ropa que hay en el mundo y la prendes fuego, no por eso volveremos al Paraíso.
DOCE: Los colores se envidian entre sí.
TRECE: El trabajo bien hecho debe tener alguna imperfección.
 
Gotas que amenazan lluvia
A lo inminente
UNO: Las personas verdaderamente bondadosas se caracterizan, en esencia, porque son personas verdaderamente bondadosas.
DOS: Ser padre es incompatible con ser madre.
TRES: La comprensión humana es limitada. Se observa con absoluta claridad en determinados individuos.
CUATRO: La nieve pesa y no poco, a pesar del grácil aspecto de los copos al caer.
CINCO: La defensa de la igualdad muchas veces pretende un privilegio.
SEIS: Convivir con un gorila hambriento y desplazado de su hábitat no tiene que ser ni medio fácil.
SIETE: Del universo ni siquiera se sabe si está ahí.
OCHO: Dar lo poco, para no dar lo mucho. Existen grandes especialistas en esta martingala.
NUEVE: Los animales no necesitan hablar para entenderse ni, mucho menos, saber idiomas, aunque sea inglés.
DIEZ: La mitad de páginas de un libro equivale al total de hojas que contiene.
ONCE: Si yo fuera otro, en lugar de ser quien soy, no sería quien soy, aunque probablemente sería como soy.
DOCE: Después de mucho tiempo aguantando, un hombre explota. Pero lo normal es que se siga comportando como siempre.
TRECE: No se sabe de qué está hecha la pena.
 
Aforismos de pico y pala
A la tierra
UNO: Antes la censura consistía en prohibir. Actualmente consiste en ignorar.
DOS: El cine truncó su auténtico camino al aceptar el sonido. Imposible imaginar adónde habría llegado.
TRES: No eres escritor hasta que alguien no te afea un error, preferentemente ortográfico.
CUATRO: Los días felices de la infancia. Pero ganan los otros.
CINCO: A Cristo sólo le faltó hacerse viejo. Algo quiso que hiciéramos nosotros.
SEIS: El mal, visto de cerca, muchas veces parece inofensivo y razonable, encantador incluso.
SIETE: Se suele confundir firmeza y fanatismo. Firmeza es no transigir con los principios. Fanatismo es imponer estos principios.
OCHO: El escritor busca redimirse. No son pocos los que caen en el camino.
NUEVE: Algún día, cerraremos por última vez un libro.
DIEZ: Si persigues una gran empresa, te conviene alcanzar cuanto antes el punto de no retorno. Entonces, aunque flaquees, dará igual.
ONCE: Cocinar es, fundamentalmente, meter fuego.
DOCE: Un hecho es siempre un hecho consumado. De lo contrario, no sería hecho. Ni consumado, ya que nos ponemos.
TRECE: Si lo que tendría que poner aquí lo cambio por el que figura como octavo –también vale cualquier otro–, acabo de rellenar el trece.
 
Aforismos de primavera vergonzante
Al agua de lluvia
UNO: Los mejores se dedican a la política. Bueno, ya sé que no, pero con algo había que empezar.
DOS: Tus fuerzas no alcanzan para todo. Prioriza.
TRES: Los errores propios deben hacerte indulgente con los demás y severo –aunque tampoco demasiado– contigo.
CUATRO: A veces, hay que esperar largos años o un vida entera; otras, se trata de decidir en un segundo. Resulta fatal confundir ambos momentos.
CINCO: Entre una decisión y la contraria, existe un abismo de posibilidades intermedias.
SEIS: El hombre que pasea un perro nos da, sin saberlo, una lección.
SIETE: El látigo es utensilio lamentablemente orillado en nuestra sociedad.
OCHO: No te extrañe que te miren mal.
NUEVE: Entre el punto A y el punto B, puede haber una distancia. Pero si no la hay, es que se trata del mismo punto. O sea, que A es B y B es A.
DIEZ: Hasta los catorce bajo cero en el exterior te puedes duchar con agua fría. Es empírico.
ONCE: Conviene tener una vida reglada y ordenada. Pero si no la tienes, te conviene tener una vida reglada y ordenada.
DOCE: El cielo cambia muchas veces de color. Y qué.
TRECE: El estuche es la jaula de oro para el libro.
 
Perdigonazos en salva y muelle parte
Al disparo
UNO: La muerte nos iguala a todos. Pero hasta ahí.
DOS: Cuál será el número más alto jamás puesto, tal cual, negro sobre blanco.
TRES: La segunda persona del singular como punto de vista de novela constituye una irritantísima manera de narrar.
CUATRO: A veces no sabes de qué lado de la reja estás.
CINCO: Es mezquino comprobar que al taco de quinientos folios no le falta ninguno.
SEIS: Dos no riñen si uno no quiere… hasta que le obligan a querer.
SIETE: ‘Prohibido prohibir’… Hasta que alcanzas el poder.
OCHO: Ser santo es compatible con beber cerveza. Dónde está escrito lo contrario.
NUEVE: El rectángulo es un cuadrado que se escurre proporcionalmente por uno de sus lados.
DIEZ: Mitificar puede ser malo, pero desmitificar es muchísimo peor.
ONCE: La novela no deja de ser, en el fondo, un vasto y sañudo chismorreo universal.
DOCE: El abrigo o sobretodo es el fracaso de la chaqueta o el jersey; éstos, el fracaso de la camisa, la cual es, a su vez, el fracaso de la camiseta. En otras palabras: vestirse –sobre todo en invierno– es un encadenamiento de fracasos.
TRECE: Cuando revisas una novela para la publicación, te dan ganas de todo menos de revisar una novela para la publicación.
 
Aforismos de lunes
Al martes
UNO: Los niños lo ven todo. Principalmente, lo más inadecuado.
DOS: La manada cohesiona.
TRES: La verdadera pobreza es invisible.
CUATRO: No confundir paciencia con pasividad. Es error corriente.
CINCO: No conozco a nadie que, en el fondo de su corazón, no desee pincharle su globo a un niño.
SEIS: Hay una manera de tener siempre razón: darle la razón al que la tiene.
SIETE: Qué habrá, realmente, en el fondo del mar.
OCHO: La sabiduría es la experiencia cocinada.
NUEVE: El pueblo abandonado se pregunta, angustiado, qué habrá hecho.
DIEZ: El color rojo y el verde se entienden perfectamente por debajo de la mesa.
ONCE: Cuando un volcán entra en erupción es que está hasta los mismísimos cojones.
DOCE: Las personas inteligentes suelen ser reflexivas y calladas. O no.
TRECE: No está claro si es la niebla la que baja o la tierra la que sube.
 
Aforismos de pompa y vanidad
A ti
UNO: Los meandros de un río son clara señal de su pereza.
DOS: ‘Piedra que rueda no coge musgo’. Ahora me explico tantas cosas.
TRES: Si entras y sales de tu casa por la ventana, no por eso ésta se convierte en puerta.
CUATRO: A un día le sucede otro. No cualquier día sino, precisamente, el que le corresponde.
CINCO: Cuanto más gordo es un libro, más palabras tiene. Pero esto no quiere decir nada.
SEIS: La felicidad en la vida no consiste en comerse una hamburguesa de carne 100% vacuno, doble de queso, pepinillos, cebolla, kétchup y mostaza, todo entre delicioso pan ovalado con semolina y bien acompañado ello de cerveza a discreción. Aunque tampoco tiene que suponer un obstáculo.
SIETE: El ornitorrinco. Ese día, Dios andaba un tanto distraído.
OCHO: La humanidad se divide entre los que quieren una cosa y los que desean la contraria, que muchas veces son los mismos. Al menos, en España.
NUEVE: La verdadera sabiduría se alcanza cuando no te importa mostrarte tan idiota como eres.
DIEZ: La convivencia más difícil es con uno mismo.
ONCE: Una gruesa son doce por doce, o sea, ciento cuarenta y cuatro unidades de algo. Una gran gruesa son doce gruesas, en total, mil setecientas veintiocho unidades. El que no lo sepa, eso que aprende.
DOCE: El color marrón prefiere que le llamen ocre.
TRECE: Si colocas algo en un platillo de la balanza y lo equilibras con un peso en el platillo contrario hasta lograr una horizontalidad perfecta, bien por ti.
 
Aforismos de espesura
A los ocelos de las plumas de la cola del pavo real
UNO: Morirse, mucho más si es de repente, es egoísta.
DOS: El que quemó la biblioteca de Alejandría… Ese tipo sabía lo que hacía.
TRES: Las personas inteligentes se diferencian de las que no lo son en que los errores de aquéllas están mucho mejor justificados.
CUATRO: La bicicleta estática termina transmutándose en perchero.
CINCO: Mirarse en el espejo y preguntarse quién cojones eres en realidad.
SEIS: Dios tiene tanto sentido del humor como paciencia.
SIETE: Una de dos: o existe vida extraterrestre, o no existe vida extraterrestre. Lo mejor es tirar una moneda a ver qué sale.
OCHO: El vacío está lleno.
NUEVE: El ratón de biblioteca no sabe más que el que vive en el campo.
DIEZ: Cuando después de un día enormemente ajetreado y lleno de actividades de todo tipo ya no sabes qué hacer ni qué pensar, lo más indicado es que te vayas a la cama.
ONCE: La fresa aparenta necesitar un rasurado.
DOCE: No eres tan tonto como piensan otros, sino probablemente más.
TRECE: En la realidad de la vida, dos más dos no suman cuatro.
 
Aforismos de lo que yo te diga
A lo que yo te diga
UNO: En aquel confín del universo, en aquel remoto lugar de la galaxia, existía una mujer que sabía descorchar una botella.
DOS: Esa misma mujer, en ese mismo rincón del universo, también se daba maña con las latas de conserva, los frascos de espárragos, tomate frito, pepinillos, cebolletas, remolacha en tiras o en rodajas, y no te puedes imaginar qué más.
TRES: Un hombre no lo es de verdad hasta que no ha levantado con sus propias manos una cabaña de troncos, con anexos.
CUATRO: Se hace lo que se puede. Y lo que no se puede, tampoco pasa nada si se intenta.
CINCO: La mujer joven se diferencia de la más mayor en que tampoco se hace ninguna ilusión sobre los hombres.
SEIS: La madre es lo más grande que hay. Pero si la llamas gorda, entras en un terreno muy distinto.
SIETE: En el desierto, la vida social es reducida.
OCHO: Si te vas dando un portazo, desmereces luego mucho si regresas porque te has olvidado del paraguas.
NUEVE: Nunca he leído un libro encuadernado en pergamino. No sé lo que esto dice sobre mí. O sobre el libro encuadernado en pergamino.
DIEZ: Los padres son inteligentes y fuertes y las madres cariñosas y buenas. Disney quiere rodar algo sobre esto.
ONCE: Cuando se te escapa el autobús, no es indecoroso perseguirlo echando el bofe. Si te miran, la cosa cambia.
DOCE: Entre perro y gato, hay quien prefiere tener un guacamayo.
TRECE: El león come con auténtico apetito.
 
Aforismos de saldo y ocasión
A la mera y simple circunstancia
UNO: Será bobada, pero cómo se escribirá mi nombre en arameo.
DOS: La belleza y lo bonito son conceptos radicalmente distintos. No es raro que se opongan entre sí.
TRES: Si no sabes dónde poner la hache intercalada en esas palabras que, desdichadamente, la llevan, creo que vamos a ser buenos amigos.
CUATRO: Robar no deja de ser una forma de empatía con el despojado. Empatía perversa, equivocada, pero empatía.
CINCO: Cuando un niño sonríe en medio del desastre, a ese niño hay que observarlo con muchísimo cuidado.
SEIS: Si el corazón te indica una cosa y la cabeza la contraria, tendré mucha curiosidad de ver por dónde sales.
SIETE: En el fondo, su importancia es relativa en comparación con sucesos más hondos, pero que se te quemen las lentejas es una de las cosas más irritantes que te pueden suceder en la vida cotidiana.
OCHO: Nadie es realmente admirable.
NUEVE: La duda que corroyó a Colón secretamente durante su primer viaje: que la tierra fuera en realidad plana y el océano concluyera en el abismo.
DIEZ: Hay quien se ha leído la guía telefónica y lo recuerda todo. Pero son los menos.
ONCE: Tengo el decidido propósito de morirme sin haberme tirado en paracaídas ni una sola vez. Si el avión tiene problemas, puedo hacer una excepción.
DOCE: Las leonas hacen en realidad todo el trabajo.
TRECE: Cuánta gente cambiaría la multa por una bofetada. Sería igualmente disuasorio, pero el Estado recaudaría menos, eso sí.
 
Aforismos con la mano del revés
A lo derecho y también a lo torcido
UNO: Se confunde mucho misericordia y laxitud. Misericordia consiste en aceptar al que quiere volver al buen camino. Laxitud es prestar su coartada al que porfía en seguir el malo.
DOS: Delfín y tiburón se asemejan por la aleta que asoma en superficie. Pero confundirlos suele acabar en el desastre.
TRES: El vocablo ‘jueza’ designa a una mujer que es juez y que está ideologizada.
CUATRO: El humor se inventó para lo serio.
CINCO: El cielo, lo de arriba. El infierno, lo de abajo. La tierra, lo del medio. No es tan difícil de entender.
SEIS: Ampliación de derechos y merma de la libertad son las dos caras de la misma moneda. A ver cuándo te enteras.
SIETE: No hables tanto y di algo.
OCHO: A veces, el peso que llevas es tan grande que no lo puedes llevar solo. A buen entendedor.
NUEVE: La mujer forzó al hombre a salir del Paraíso. Ahora es el hombre el que la conduce hacia el infierno.
DIEZ: El que se queda sufre más que el que se va.
ONCE: Tiempos aquellos que jamás existieron y que, por ello, nunca volverán.
DOCE: Últimamente se lleva ‘lapidar’ al hombre, entendido éste como sujeto masculino.
TRECE: Una de las frases más abyectas que se pueden pronunciar: ‘Algo habrá hecho’.
 
Aforismos casi de verano
A lo que viene
UNO: La sociedad se ha vuelto muy cobarde: se ha perdido eso de dar la vuelta en el aire a la tortilla de patata.
DOS: Mirar por la ventana tiene, por diversos motivos, mala fama.
TRES: La mujer se pirra por tener armarios. El hombre, por ser propietario exclusivo de un taladro.
CUATRO: Malos y perversos padres los que envían a la tienda a su hijo por un kilo de azafrán.
CINCO: Ser podador es gran oficio. Pero pierde bastante cuando le llaman restaurador arbóreo.
SEIS: No puedes contar cuántos pelos tiene tu cabeza, aunque te pongas.
SIETE: La humanidad tiene su reputación absolutamente merecida.
OCHO: Nunca se ha fijado con rigurosa exactitud la línea que separa novela de relato, ni si el tamaño de letra en que se imprime influiría.
NUEVE: La verdad se explica malamente. Al revés que la mentira, que lo hace con absoluto desparpajo.
DIEZ: Los libros deberían estar siempre de cara. Lo que quiere decir que el lector tiene derecho a poseer su propio hangar.
ONCE: Triunfa la persona que en los grandes apuros mantiene impecable la raya del peinado.
DOCE: El hombre sale de la peluquería un tanto avergonzado. La mujer, sintiéndose invencible.
TRECE: Llamar pocholo a alguien queda raro.
 
Aforismos fin de ciclo
A los ríos, a las fuentes, a los regatos pequeños
UNO: Si te echan un cable en un aprieto, fíjate bien no vaya a ser el cable pelado de la luz.
DOS: Algún día, la izquierda –cierta izquierda– dejará de lado su rencor. Y algún día, la derecha –cierta derecha– abandonará su cobardía.
TRES: Menos Jesús, Jesús, y más Jesús.
CUATRO: La guía telefónica conforma la novela más vasta y ambiciosa. Cuántos personajes, qué variedad de circunstancias. Un mundo entero bulle entre sus páginas.
CINCO: Es triste, y se hace raro, que los días comiencen a acortarse justo al inicio del verano.
SEIS: La ley del escritor la formuló de una vez para siempre Raymond Chandler: Puedes escribir o no escribir, pero no puedes hacer otra cosa que escribir.
SIETE: Se minimiza, aplicado a los nudistas, el poder disuasorio de una toalla mojada.
OCHO: El río tiene vocación de mar, el mar vocación de nube, la nube de lluvia y, a veces, de nieve o de granizo. Nadie está contento con su suerte.
NUEVE: Un santo, al menos en España, tiene que ser un poco cabroncete.
DIEZ: Hundirse con todo el equipo sólo es aceptable si el equipo es de buceo.
ONCE: Se ignora la razón, pero nadie usa el adjetivo ‘lisonjero’.
DOCE: Confiar únicamente en las propias fuerzas es de ignorantes. Confiar únicamente en las fuerzas ajenas es de jetas.
TRECE: Persona tóxica es aquella a la que no le puedes decir que no… ni que sí.