Novela

En esta sección se muestran las obras del autor que ya han sido publicadas. Los inéditos se siguen acumulando a buen ritmo.

«Entre verdugos» (Multiversa, 2016)

«Entre verdugos» es un trilogía compuesta por los libros “Arrabal amargo”, “Cine Delicias” -que transcurre diez años después del primero- y “Amigas de infancia”, coetáneo del segundo. Su publicación en un solo volumen compone definitivamente el tríptico con el que Javier Rey de Sola desenmascara el sobrecogedor aspecto de la naturaleza humana en sus rincones más profundos.

En los estratos miserables de “Arrabal amargo”, donde la brutalidad se manifiesta sin ambages, en los barrios humildes que retrata en “Cine Delicias», resueltos a albergar la individual aspiración de alguna dignidad impostada, y en la sofisticación estética de la pequeña burguesía que luce “Amigas de infancia”, el autor logra destilar el germen primitivo de la maldad que abriga en el ser humano con una original y audaz disposición semántica de complejos personajes, gracias a un inimitable lenguaje literario capaz de transmitir, en cada caso, los detalles más relevantes y significativos de su condición social.


«¡Jo, qué tropa…!» (Akron, 2008.)

Wodehouse, Valle-Inclán y La conjura de los necios, amalgamados con el orondo Pickwick de Dickens. ¿Así es España? Así, tan esperpéntica, al menos, la contempla el autor.

“… fino e inteligente humor que es una constante en toda la historia. El divertimiento está más que garantizado. Les puedo asegurar que hacía tiempo que un servidor no se reía tanto y tan a gusto.”

“… riqueza de vocabulario impresionante, una prosa ágil y una manera de contar que encandila, hace que te metas en la historia con gran naturalidad.”

                    (Clemente Barahona, El Norte de Castilla.)

Aquí puede leer un fragmento de esta novela.


«Cine Delicias» (Editorial Multiversa, 2006.)

Novela dramática, pero también con mucha dosis de humor, cuenta las peripecias de un grupo de hombres y mujeres que dotan de sentido a sus humildes vidas gracias a las películas que ven en el cine de su barrio.

“El ritmo narrativo es trepidante. Sin duda es una de esas historias que enganchan casi desde su principio. El humor está presente en todas sus dimensiones a lo largo de la novela, incluso en los pasajes más escabrosos o esperpénticos.”

                (Clemente Barahona, El Norte de Castilla.)


«El diablo a la cola» (Galería de Arte «Rafael», Valladolid, 2000.)

Novela picaresca ilustrada por Serafín, se publicó coincidiendo con la exposición de la obra de este artista en la Galería de Arte «Rafael», en Valladolid. Constituye una entretenida y curiosa recreación de la narrativa picaresca española, a la que rinde homenaje.
Un niño es vendido por sus padres a un buhonero, en cuya compañía asiste a trepidantes aventuras, siempre con el fondo de trapacería y engaño característicos del género. Humorística, tierna y con un lenguaje rico y subyugante salpicado de citas bíblicas y mitológicas, la novela muestra una sociedad cruel y corrompida que pivota sobre la violencia, la lujuria y el dinero. Curas, monjas, falsos ciegos, dueñas, campesinos… son la entretenida humanidad con la que tropieza el infantil protagonista.

Las quince ilustraciones de Serafín –una por capítulo– constituyen el adecuado complemento a este texto de resonancias clásicas y castellanas que de algún modo nos interroga sobre el presente.

Aquí tiene más información de la novela y su ilustrador, Serafín.


«Arrabal amargo» (Difácil Editores, 1999.)

Creación estilística de nuevo cuño, expresa, en primera persona, el habla de unos seres degradados más allá de lo admisible. Los personajes viven completamente al límite de la supervivencia, física y sobre todo moral. Llena de violencia, de agresiones, de perversidad, es una rotunda requisitoria sobre el mal, su origen y su eventual redención, que encarnan algunos personajes aislados. El humor –que lo tiene, como todos los restantes libros del autor– surge en «Arrabal amargo» en las peores y más alucinantes situaciones, como en una desolada pesadilla.  Con ecos de Goya y El Bosco, no carece de señales apocalípticas, resumen todo ello de la peripecia humana a su ínfimo nivel. Horrible, catártica y, en el fondo, ejemplar a la manera cervantina. 


«Vidas en el siglo» (Premio Ateneo-Ciudad de  Valladolid, 1996.)

Novela en clave de humor. Ambientada en un lluvioso pueblo del norte, cuenta la historia de unos personajes de finales del siglo XIX que llevan una existencia gris, de la que trata de huir el protagonista con sus sueños «científicos», y a quienes la llegada al pueblo de un singular y malencarado sujeto perturba y fascina. Escrita con la elegancia característica del autor, esta extraña novela, que algunos han considerado esperpéntica, atrapa al lector y le lleva hasta el final del relato dejándole una sensación de sutil melancolía.


«Negra conjura» (Gramma, 1993)

Lucha de dos hermanos por el trono –uno de los cuales ni aparece ni acontece, pero cuya amenaza gravita a lo largo de la novela– da pie a jocosísimas anécdotas que provocan la sonrisa y aún la carcajada desde el principio al final del libro, demostrándose que el ser humano –suponiendo que lo seamos– se azara y congestiona por sucesos mayormente traídos de los pelos.


Y la obra de teatro…

«De la gaseosa al champán» (Artezblai, 2006)

Tragicomedia estrenada en Montevideo (Uruguay) por Marcelino Duffau, en el Teatro del Mercado y representada en numerosos países de habla hispana. 

Un antiguo jefe y su empleado se encuentran en prisión por una estafa. A lo largo del diálogo se van evidenciando, tanto sus caracteres, como las biografías personales. El texto da pie a un especial lucimiento de actores. Obra muy crítica, susceptible de aplicarse a distintas realidades.